El brote de violencia que estalló el pasado viernes entre tribus árabes y la africana de los masalit en la localidad sudanesa de Kreinik, en el estado occidental de Darfur Oeste, ha dejado ya 161 muertos, incluidos 17 niños, tras extenderse a la capital estatal, Geneina, informaron este lunes autoridades locales y fuentes médicas.