Un científico de la NASA plantea que la estrella de Belén, que según el Evangelio de Mateo guio a los llamados Reyes Magos hasta el lugar del nacimiento de Jesús, pudo haber sido en realidad un cometa que pasó extremadamente cerca de la Tierra, incluso a una distancia similar a la de la Luna.

La hipótesis fue desarrollada por Mark Matney, científico planetario del Programa de Desechos Orbitales de la NASA y entusiasta de la Navidad, y fue publicada el 3 de diciembre en el Journal of the British Astronomical Association.

El interés de Matney surgió al analizar el relato bíblico, que describe una estrella que “iba delante” de los magos y parecía detenerse sobre Belén, un comportamiento que no encaja con el movimiento normal de estrellas, planetas o cometas conocidos.

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Foto: Pixabay.

Para Matney, existen tres formas de interpretar la estrella de Belén: como un milagro divino, como un mito o como un fenómeno astronómico real. Su investigación se centra en esta última posibilidad. Según explica, si un objeto celeste se moviera a la velocidad y distancia adecuadas, podría generar la ilusión de permanecer fijo en el cielo. A este fenómeno lo denomina “movimiento geosincrónico temporal”.

La clave de su propuesta está en un cometa registrado por astrónomos chinos en el año 5 antes de Cristo, una fecha que algunos historiadores asocian con el nacimiento de Jesús.

Aunque los registros antiguos no permiten reconstruir con precisión su órbita, Matney realizó simulaciones numéricas que muestran que una de las trayectorias posibles habría llevado al cometa a pasar muy cerca de la Tierra, incluso a unos 388.000 kilómetros, una distancia comparable a la lunar.

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En ese escenario, el cometa habría sido tan brillante como la Luna llena y visible incluso de día. Durante la mañana del 8 de junio de ese año, desde la región de Jerusalén y Belén, el objeto podría haber parecido inmóvil en el cielo, alineándose visualmente con el lugar que, según el relato bíblico, buscaban los magos.

Posteriormente, el cometa habría continuado su recorrido hacia el Sol, comportándose como un cometa rasante y probablemente desintegrándose.

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Matney subraya que no afirma que este cometa haya sido con certeza la estrella de Belén, sino que demuestra que un fenómeno astronómico capaz de comportarse de esa manera es posible. (I)