Tras el aumento de las escaladas del conflicto entre Israel y Hezbolá, la atención internacional se concentra en Medio Oriente. Según Rusia, hay un “muy alto” riesgo de que estalle una gran guerra en esta región, aún más tras el asesinato el sábado del líder de Hezbolá, Hasán Nasrala.
“Como muy alto”, respondió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria a la pregunta de cómo valora el riesgo del estallido de una gran guerra en Oriente Medio.
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Peskov indicó que los “poco selectivos” bombardeos israelíes de zonas residenciales en el Líbano provocan una enorme cantidad de víctimas.
Israel intentó bombardear el aeropuerto de Beirut, el único operativo en el Líbano
Al menos 700 personas han muerto, miles han resultado heridas y casi 120.000 personas han sido desplazadas en la última semana en el Líbano.
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“Esto conducirá inevitablemente a una catástrofe humanitaria como la que observamos en Gaza”, agregó. “Estas consecuencias no pueden dejarnos impasibles, suscitan nuestra profunda preocupación”.
Este sábado Rusia condenó enérgicamente el asesinato de Nasrala y advirtió de que tendrá “consecuencias dramáticas aún mayores para el Líbano y todo Oriente Medio”.
Según Moscú, Israel era consciente de ese peligro, pero aún así decidió actuar y “matar a ciudadanos libaneses, lo que casi inevitablemente provocará una nueva oleada de violencia”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia subrayó que “toda la responsabilidad por la posterior escalada” recaerá exclusivamente sobre Israel, al que instó al cese inmediato de hostilidades. (I)