La Luna, el solitario satélite natural de la Tierra, siempre ha ejercido fascinación entre la humanidad. Recientemente, al menos cuatro países han empujado sus proyectos para llegar a la Luna, aunque el exitoso alunizaje de una nave de India en el polo sur del satélite, pareciera darle una ligera ventaja.

No es la primera vez que la humanidad llega con sus cohetes. El vehículo chino Yutu 2, que está en la actualidad en funcionamiento, llegó a la Luna a bordo de la sonda no tripulada Chang’e-4 en 2019, cuando esta se convirtió en la primera nave en alunizar en la cara oculta del satélite.

Publicidad

Felizmente, existe un documento firmado por 132 países, incluidos Rusia, China y Estados Unidos, denominado Tratado del Espacio Exterior (OST, por sus siglas en inglés). Allí se fijaron los principios por los que deberían regirse las actividades de exploración y uso de la Luna y otros cuerpos celestes. Solo se permitía el uso pacífico del espacio, definido como patrimonio común de toda la humanidad. Impedía, entre otras cosas, que el primero que llegara a un lugar de un astro lo reclamara.

Por lo tanto, ni India puede apropiarse del polo sur de la Luna por haber llegado primero ni tampoco Estados Unidos por la bandera que clavó Neil Armstrong.

Publicidad

Fotografía cedida por la NASA tomada desde el interior de la nave espacial por el astronauta Harrison H. Schmitt el 13 de diciembre de 1972 donde aparece el comandante de la misión de aterrizaje lunar del Apolo 17, el astronauta Eugene A. Cernan. EFE/NASA Foto: Cortesía

Antes de India, solo Estados Unidos, Rusia y China habían logrado colocar naves espaciales en la superficie lunar, ninguno de ellos en el polo sur.

Estados Unidos, Rusia y más recientemente China e India trabajan con más dedicación en la carrera espacial, y se le está dando mucho impulso al estudio del satélite que vemos siempre sobre nuestro cielo, cuyo objetivo final es construir asentamientos fuera de nuestro planeta.

Estados Unidos, impulsor del programa Artemisa, que será la primera prueba de vuelo sin tripulación del cohete Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, por sus siglas en inglés) y la nave espacial Orión, no quiere perder su presencia evidenciada con los anteriores programas Apolo y la llegada del primer hombre a la Luna, por lo que recientemente se firmó un acuerdo para que los astronautas indios que se entrenaban junto a los cosmonautas rusos, comiencen pronto a prepararse en el Johnson Space Center de Texas.

Ya son 28 los países firmantes de Artemisa, entre esos Ecuador.

Cara oculta de la Luna

Se refiere a la mitad de la Luna que no es visible desde la Tierra debido a la sincronización de rotación y órbita de la Luna alrededor de nuestro planeta, destaca el Observatorio Astronómico de Quito.

Explican los astrónomos del observatorio local que en realidad la Luna no está en permanente oscuridad. La Luna está en un estado de rotación sincronizada, lo que significa que gira sobre su eje en aproximadamente el mismo tiempo que le toma orbitar la Tierra. Como resultado, siempre muestra la misma cara hacia la Tierra, mientras que la otra cara permanece orientada hacia el espacio exterior.

La cara oculta de la Luna fue un misterio para los observadores terrestres. Solo a partir de la era espacial y las misiones de exploración lunar, como la misión Apolo 8 en 1968, la humanidad pudo observar imágenes detalladas de la cara oculta.

La sonda espacial soviética Luna 3 fue la primera en fotografiar la cara oculta de la Luna en 1959. Desde entonces, misiones espaciales, como la estadounidense Apolo, sondas orbitales y misiones robóticas, han recopilado información y fotografías detalladas de esta región lunar. Por esa investigación sabemos que a diferencia de la cara vista, la cara oculta de la Luna está salpicada de cráteres.

Fotografía del 21 de noviembre cedida por la NASA donde se muestra la cápsula Orión de la misión no tripulada Artemis I durante el quinto día de su misión, a unas 81 millas (130.35 km) de la Luna. Foto: NASA

En la cara que vemos de la Luna son célebres los “mares” lunares resultantes de la antigua lava que generó la actividad volcánica en la superficie, mientras la cara oculta no tiene esas marcas.

A la espera de imágenes y más datos de la misión india, esta misma semana se informó que la nave china Yutu-2 ha perforado las capas superficiales lunares hasta 300 metros de profundidad. Utilizando ondas de radio que rebotan en las estructuras subterráneas, los científicos han creado un mapa detallado del interior lunar, desvelando secretos que habían permanecido en la penumbra durante milenios. (I)