¿Te imaginas tener un pasaporte que te limite la cantidad de veces que puedes viajar en avión? Se trata de los ‘pasaportes de carbono’, que miden tu huella de carbono en la industria aeronáutica, y actuarían como una medida para combatir la contaminación ambiental.

Un estudio de la Agencia de Protección Ambiental determinó que los viajes aéreos en el 2021 representaron la cuarta parte del “presupuesto de carbono” mundial para el 2050. Y de acuerdo a Shame Plane, si tomas un vuelo de 9.000 kilómetros, como los que hay entre Los Ángeles y París, ya estás emitiendo más gases de efecto invernadero de los que deberían emitirse por persona en un año.

Los efectos de la contaminación son especialmente duros en ciertas localidades, precisamente algunos de los destinos turísticos más populares. Las Maldivas, Venecia, Ámsterdam, las Islas Fiji y Miami están en riesgo de desaparecer por el aumento del nivel del mar y las inundaciones.

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Ahí es donde entran los ‘pasaportes de carbono’, que apuntarían a crear una industria de turismo sostenible, de modo que se reduzca, al menos en parte, la contaminación.

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El turismo sostenible con ‘pasaportes de carbono’

“Las asignaciones personales de carbono podrían ayudar a frenar las emisiones de carbono y reducir la huella general de los viajes. Estas asignaciones se manifestarán como pasaportes que obliguen a las personas a racionar su carbono de acuerdo con la demanda global del presupuesto de carbono, que es de 750.000 millones de toneladas hasta 2050. Para el 2040, podemos esperar ver limitaciones impuestas a la cantidad de viajes permitidos cada año”, menciona un reporte de Intrepid.

Según este informe, tener un pasaporte de carbono podría convertirse en algo normal, innovando la forma de viajar y hacer turismo. Será un cambio generado principalmente por la Generación Alpha, los nacidos entre el 2010 y el 2025, que serán la generación del futuro.

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Para el 2040, el aumento del turismo regenerativo verá a la gente convertirse en viajeros más conscientes, que buscan una hospitalidad que no solo genere resultados positivos en el impacto ambiental y social, sino que también conecte con cualidades humanas.

Aunque aún el concepto de los ‘pasaportes de carbono’ no ha sido adopotado por ninguna legislación de ningún país, podemos imaginarnos que la idea no le agrada al sector aeronáutico. Pero, como dice el informe de Intrepid, los expertos cuentan con la siguiente generación para hacer de esta medida una realidad. (I)