“Mi hermano no es un delincuente y lo voy a demostrar. No voy a descansar hasta que mi hermano esté fuera de esa cárcel, de ese infierno”.
Sebastián Casique, desde Venezuela, está decidido a limpiar la imagen de su hermano, Francisco Javier Casique García, uno de los 238 migrantes enviados desde Estados Unidos a El Salvador, bajo señalamientos de pertenecer, presuntamente a la banda el “Tren de Aragua”, que nació en una cárcel venezolana y alcanzó a tener presencia en varios países del continente americano.
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“Lamentablemente, el sueño de ir a Estados Unidos se ha convertido en una tragedia. Sí hay delincuentes allá (en Estados Unidos), sí hay personas que han hecho algún daño y por unos... pagan todos”, indica Sebastián.
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“Investiguen bien”
Piensa que “antes de castigar a una persona y llevarla a una cárcel de máxima seguridad, donde meten a asesinos, violadores, secuestradores” deben investigar.
“¿Cómo van a meterlos a ellos ahí?, ¿cómo los van a castigar así?”, pregunta este joven venezolano en referencia al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), el lugar de reclusión al que fueron llevados su hermano Francisco Javier y los otros 237 migrantes venezolanos, como informó -y mostró en video- el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
“Investiguen, investíguenlo bien”, pide Sebastián Casique García.
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“Mi hermano no es del ‘Tren de Aragua”
Francisco Javier Casique nació en el estado Aragua, tiene 24 años y es barbero. Su hermano difunde, en sus redes, videos en los que se ve al joven ejerciendo su oficio.
Uno de esos videos fue grabado en México. Describió que su hermano consiguió apoyo en La Estación AC y allí trabajó como barbero.
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Una mexicana se escucha en el clip: “Francisco se gana la vida cortando el cabello, hace cortes de barba y (aplica) tintes”.
“Mi hermano hizo labor social con esos mexicanos, quienes le dieron un local para trabajar, un techo... lo apoyaron con la comida (…). Yo demostraré que mi hermano fue detenido injustamente en El Salvador”, asevera Sebastián.
El joven hizo público también un video en el que habla una peruana que fue jefa de Francisco Javier, cuando vivió en ese país latinoamericano.
La mujer manifiesta que el venezolano durante 4 años y medio laboró con responsabilidad y llegó a ser su mano derecha en la barbería. Se muestra sorprendida por la situación que atraviesa su antiguo empleado.
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Sebastián y su madre, Mirelys Casique, reconocieron a Francisco Javier al verlo en una foto tomada en el CECOT. “El instinto de un hermano no falla, el instinto de una madre no falla”, expresa el joven.
Para él, la decisión de enviarlo a El Salvador la tomaron al verle los tatuajes. Por eso, piensa, lo relacionan con el “Tren de Aragua”.
“No voy a descansar hasta que mi hermano Francisco sea liberado de la cárcel de El Salvador, él no pertenece a ninguna banda delictiva, mucho menos al ‘Tren de Aragua”, asevera.
“Mi hermano no tiene antecedentes penales en Venezuela, ni en otro país. No ha cometido ningún crimen para que lo tengan en El Salvador”, dice mientras muestra la certificación de antecedentes penales de su familiar.
En su clamor de justicia por Francisco Javier empeña su palabra ante las autoridades: “Libérenlo y seguiré demostrando que él es una buena persona”. (I)