Luigi Mangione, de 26 años, se declaró hoy no culpable de los once cargos que se le imputan en un tribunal estatal de Manhattan, en Nueva York, entre los que se incluyen los de asesinato y terrorismo, por el crimen contra el director ejecutivo (CEO) de la aseguradora médica UnitedHealthcare, Brian Thompson, el pasado 4 de diciembre.

La defensa de Mangione, el matrimonio de abogados conformado por Karen Friedman Agnifilo y Marc Agnifilo, aseguró al juez encargado Gregory Carro que les preocupa que su cliente no tenga “un juicio justo” y que está siendo tratado hasta el momento como “una pelota de ping-pong humana” y como “un desecho político” en un caso del que se están “aprovechando” las autoridades.

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El juez Carro les respondió durante la sesión que se afanará en “la selección de un jurado” equilibrado, pero que no tiene “control de lo que ocurre de puertas para afuera del tribunal”, en alusión a la enorme repercusión mediática del caso.

Si es condenado por la justicia del estado, Mangione podría recibir pena de cadena perpetua sin libertad condicional. Pero por los cargos a nivel federal, técnicamente podría ser sentenciado a la pena de muerte.

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Karen Friedman Agnifilo, abogada de Mangione, pidió aclaraciones sobre cómo funcionarían en simultáneo las acusaciones de esos dos ámbitos judiciales y calificó la situación de “muy inusual”.

El crimen

Luigi Mangione fue detenido en el estado de Pensilvania el 9 de diciembre, tras varios días de búsqueda policial y fue trasladado a Nueva York para responder ante la justicia.

Según el Departamento de Justicia, Mangione viajó a la ciudad de Nueva York desde Atlanta en autobús unos 10 días antes del crimen.

Se registró en un hostel de Manhattan con una identificación falsa y se cree que luego hizo un reconocimiento de las cercanías del hotel donde se quedaba Thompson, así como del lugar donde se organizaba la conferencia en la que participaba el alto ejecutivo.

La mañana del 4 de diciembre, se estima que Mangione siguió a Thompson, se le acercó por detrás y le disparó varias veces con un silenciador, según el Departamento de Justicia. Después, huyó de la escena del crimen en bicicleta.

Cinco días más tarde, Mangione fue reconocido en un local de comida rápida de la pequeña ciudad de Altoona, a unos 500 km al oeste de Nueva York y poco después fue detenido por la policía local. Agentes del FBI fueron a esa localidad rural para interrogarle y trasladarle para responder ante la justicia neoyorquina.

(I)