Los restos del Titanic que naufragó en su viaje inaugural en 1912, a casi 600 kms de tierra firme al sureste de la costa de Newfoundland, en Canadá, y a unos 3.800 metros de profundidad, se convirtieron desde que fueron descubiertos en 1985 en lugar de ensoñación para aventureros y ricos turistas intrépidos.