Dentro de las políticas internas de Estados Unidos para frenar el consumo y el ingreso de sustancias ilícitas, destaca la creación de las zonas de tráfico de drogas de alta intensidad (HIDTA, por sus siglas en inglés). Estos programas buscan reducir la disponibilidad de drogas en mercados críticos mediante la coordinación entre agencias federales, estatales y locales, promoviendo el intercambio de información y la acción conjunta en tiempo real.