Durante la última década, los índices de violencia, corrupción y actividades criminales han incrementado en países de América Latina y el Caribe. En investigaciones se ha identificado a grupos internacionales, como la mafia rusa, italiana y albanesa, como responsables de gran parte de las organizaciones delictivas en estos países. Sin embargo, la mafia china es uno de los grupos con mayor influencia en la región y su poder continúa en aumento.