Un estudio reciente publicado por Nature Medicine ha descubierto un aumento significativo en la presencia de mircroplásticos en el tejido cerebral humano.

La investigación, examinó 52 muestras de cerebros de individuos fallecidos entre 2016 y 2024 en Nuevo México, evidenciando una creciente acumulación de contaminantes en los últimos años.

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Los resultados del estudio muestran que las muestras de 2024 contenían una media de 4.917 microgramos por gramo de microplásticos (µg/g), lo que representa un incremento del 50% en comparación con los 3.345 µg/g registrados en 2016. Este hallazgo refleja la intensificación de la exposición humana a microplásticos en las últimas décadas.

Los microplásticos son partículas diminutas, menores de 5 milímetros, que se originan principalmente de la descomposición de productos plásticos. Aunque inicialmente se asociaban con la contaminación marina, ahora se reconocen como omnipresentes en el medio ambiente, incluyendo el aire y el agua que consumimos.

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Los microplásticos se generan de plásticos de uso común: envases, fundas, tuberías espumafón, tejidos de nailon. Foto: Shutterstock

El cerebro, el órgano más afectado

Aunque los microplásticos se encuentran en diversos órganos del cuerpo, el estudio destacó que el cerebro es el que presenta los niveles más altos. En comparación, el hígado y los riñones muestran concentraciones muchos menores, con medianas de 433 µg/g y 404 µg/g, respectivamente. Además, se descubrió que aproximadamente el 75% de los microplásticos encontrados en el cerebro eran de polietileno, material común en bolsas y envases.

Una observación notable es que las personas con diagnósticos de demencia mostraron concentraciones de microplásticos de 26,076 µg/g, sugiriendo una acumulación considerablemente mayor en comparación con individuos sin demencia. Aunque no se ha establecido una relación causal directa, este hallazgo plantea preocupaciones sobre posibles implicaciones neurológicas.

El equipo de investigación utilizó métodos como la cromatografía de gases por pirólisis y la espectrometría de masas, para detectar y cuantificar los microplásticos en las muestras de tejido cerebral. Esto permitió realizar un análisis exhaustivo y preciso de las concentraciones de estos contaminantes.

Este estudio resalta la urgente necesidad de abordar la contaminación por plásticos y realizar más investigaciones para entender cómo los microplásticos afectan la salud humana, especialmente en el cerebro. (I)