Este jueves 20 de junio es el día del solsticio. La diferencia es que cambia de nombre de acuerdo al hemisferio. El solsticio de verano es también el día más largo del año en el hemisferio norte; en los países del sur es el solsticio de invierno.

El Observatorio Astronómico de Quito anunció que a las 15:50 celebramos el solsticio de verano en el hemisferio norte, el punto en el que el Polo Norte está inclinado al máximo hacia el Sol y considera que este, el día más largo del año, es el momento perfecto para conectarnos con la naturaleza, disfrutar del sol y maravillarnos con los misterios del universo.

La palabra “solsticio” proviene del latín “solstitium” (sol sistere o sol quieto). El solsticio de verano marca el inicio oficial de la temporada estival en el hemisferio norte. Es el día en que el sol alcanza su punto más alto en el cielo, regalándonos el mayor número de horas de luz.

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Solsticio adelantado

De acuerdo a Livescience también es el solsticio más temprano en 228 años. Usualmente se ha celebrado el día 21 de junio.

Y el solsticio se adelantará progresivamente durante los próximos 72 años. ¿Pero por qué? ¿Y por qué los días cambian de duración a lo largo del año para empezar? “Solsticio” significa “el sol se detiene” en latín, o sol quieto. Se refiere a los momentos del año en los que el Sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo, lo que resulta en la máxima duración del día o de la noche, dependiendo del hemisferio en el que se encuentre el observador.

En el hemisferio norte, el solsticio de verano es el día en que el sol sale y se pone en sus puntos más al noreste y al noroeste del año. El fenómeno es causado por la inclinación axial de la Tierra de 23,5 grados con respecto al sol; Entonces, cuando nuestro planeta orbita nuestra estrella, un hemisferio se inclina hacia afuera del sol y el otro hacia él.

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Esto significa que el solsticio es lo contrario en el hemisferio sur: el solsticio de junio es el día más corto del año y marca el solsticio de invierno en el sur.

El solsticio de hoy es el más temprano desde 1796, pero esta variación no es por acción natural, sino que es causada por los humanos y se reduce al calendario gregoriano. El calendario divide un año en 365 días. Sin embargo, el tiempo orbital completo real de la Tierra alrededor del Sol es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos, lo cual se calcula añadiendo un año bisiesto cada cuatro años para redondear el calendario. Pero esto crea su propio problema: cuatro veces 5 horas, 48 minutos y 45 segundos son 23 horas y 15 minutos, lo que significa que faltan 45 minutos para un día completo, explica el periodista científico Ben Turner.

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Para tener en cuenta esta desviación, el calendario se “reinicia” omitiendo un día bisiesto cada cuatro siglos, y el próximo reinicio se realizará en 2100. Pero hasta entonces, durante los años bisiestos como este, el solsticio ocurrirá 18 horas antes que el año anterior y 45 minutos antes que el año bisiesto anterior. Así, cada año bisiesto sucesivo desde ahora hasta el final del milenio será el más temprano desde 1796 en 45 minutos.

Y para completar las maravillas astronómicas de la semana, este viernes 21 de junio la Luna Llena de Fresa se mostrará en todo su esplendor, aunque desde ayer ya ilumina el cielo casi en su totalidad. (I)