Un guardia se desmayó en el podio mientras custodiaba el ataúd de la reina Isabel II. Miles de personas que presenciaban la capilla ardiente de la reina Isabel II, en Westminster Hall, se quedaron boquiabiertos cuando un guardia real que se encontraba cerca del féretro se descompensó y cayó tendido sobre el piso de piedra, a pesar de los intentos de su compañero de sostenerlo sin abandonar su puesto.