El papa ha enviado una carta a todos los obispos y los fieles del mundo para que se unan al acto “de consagración de la Humanidad y de Rusia y de Ucrania al Corazón inmaculado de María” y pidan el final de la guerra en Ucrania, “que está causando sufrimientos cada día más terribles en esa martirizada población, amenazando incluso la paz mundial”.