La ola de calor de los últimos días en la costa este de Estados Unidos se cobró una víctima inesperada: una estatua de cera de Abraham Lincoln expuesta en una calle de Washington a la que se le derritió la cabeza, convirtiéndose en un fenómeno viral.
La escultura de cera de 1,8 metros del expresidente del país, obra del artista Sandy Williams IV, fue colocada frente a una escuela primaria en febrero pasado, sin prever las altas temperaturas que el verano lleva consigo a la capital estadounidense.
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Los termómetros de Washington llegaron el fin de semana a los 100 grados Farenheit (37,7 Celsius), un calor que decapitó a Lincoln, cuya cabeza ha ido derritiéndose poco a poco.
La escultura era una réplica a menor escala de la que está colocada en el Monumento a Lincoln de Washington, una obra construida hace 100 años para conmemorar el legado del presidente (1861-1865) que abolió la esclavitud. (I)