Las muestras del asteroide Bennu recolectadas en el espacio contienen moléculas de carbono y agua, componentes básicos de la vida como la conocemos, reveló este miércoles la agencia espacial estadounidense NASA.

Son “exactamente los tipos de materiales que queríamos encontrar”, dijo en una presentación el jefe de la NASA, Bill Nelson. Añadió que el agua estaba en forma de minerales arcillosos hidratados.

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La NASA reveló este miércoles las primeras imágenes de la muestra más grande jamás recolectada de un asteroide en el espacio. Se estima que esta roca espacial podría impactar la Tierra en 2182.

La misión OSIRIS-REx recogió roca y polvo del asteroide Bennu en octubre de 2020, y una cápsula que contenía la preciada carga regresó con éxito a la Tierra hace poco más de dos semanas, aterrizando en el desierto de Utah. Ahora se está analizando minuciosamente en una sala especializada del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.

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OSIRIS-REx no fue la primera misión en encontrarse con un asteroide y traer muestras para su estudio: Japón logró la hazaña dos veces, devolviendo fragmentos espaciales en 2010 y 2020. Pero la sustancial cantidad de material (250 gramos) frente a los 5,4 gramos devueltos por la japonesa Hayabusa2 es una diferencia importante.

La NASA eligió tomar muestras de Bennu porque se cree que es rico en compuestos orgánicos. Los científicos consideran que asteroides similares podrían haber entregado bloques de construcción orgánicos a la Tierra junto con agua a través de colisiones, hace miles de millones de años.

La órbita de Bennu, que cruza la de la Tierra, también hizo que el viaje de ida y vuelta fuera más fácil que ir al cinturón de asteroides, que se encuentra entre Marte y Júpiter.

Podría acabar con la Tierra

Los análisis permitirán obtener un inventario de los minerales observados y quizás determinar su proporción. En particular, los científicos creen que Bennu contiene minerales hidratados.

Se cree que Bennu se formó a partir de pedazos de un asteroide más grande en el cinturón de asteroides, luego de una colisión masiva, hace entre mil y dos mil millones de años.

El estudio de los asteroides debería permitir a los científicos comprender mejor la formación del sistema solar y cómo la Tierra se volvió habitable.

Algunos científicos creen que asteroides como Bennu podrían haber traído a la Tierra los compuestos que posteriormente permitieron el nacimiento de la vida.

La mayor parte de la muestra se conservará para ser estudiada por las generaciones futuras, con instrumentos nuevos y más eficientes y para responder a nuevas preguntas científicas. Esto es lo que se hizo con las rocas lunares traídas durante el programa Apolo.

Además de los conocimientos científicos, una mejor comprensión de la composición de Bennu podría resultar útil si la humanidad alguna vez necesita hacer que se aleje. Si bien no tiene posibilidades de impactar la Tierra hasta mediados del año 2100, las posibilidades aumentan a alrededor de 1 en 1.750 entre entonces y el año 2300, dice la NASA. (I)