El papa Francisco, primer sumo pontífice latinoamericano y muy popular entre los fieles de todo el mundo pero enfrentado a una feroz oposición en su reforma de la Iglesia católica, murió este lunes a los 88 años.

El jesuita argentino, líder de la Iglesia católica desde 2013, había pasado 38 días hospitalizado por una grave neumonía y tras ser dado de alta el 23 de marzo, parecía debilitado, aunque participó el domingo en la celebración de la Pascua.

Según la Santa Sede, Francisco murió en la residencia de Santa Marta, donde vivía, y su cuerpo será colocado en un féretro en la capilla de esa residencia a las 18H00 GMT para el “rito de certificación del deceso”.

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El Vaticano contempla transferir el féretro a partir del miércoles por la mañana a la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan visitarlo, según la misma fuente.

El papa Francisco ya había expresado previamente su voluntad de no ser enterrado en las criptas papales sino que eligió a la basílica de Santa María la Mayor, donde se encuentra la Virgen Salus Populi Romani.

Esta es una las cuatro basílicas mayores que se tiene en Roma y una de sus particularidades es que se encuentra frente a la embajada argentina en Roma.

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Es decir, el papa estará muy cerca de territorio argentina, al cual nunca visitó durante su pontificado. (I)