Por delitos como instar al desorden público, desacato, resistencia, atentado, ultraje a los símbolos de la patria y hasta sedición, que conllevan penas de entre 15, 18 y 20 años de prisión, están siendo juzgados los cientos de cubanos detenidos por las inéditas manifestaciones del 11 de julio de 2021, las mayores protestas antigubernamentales en décadas, espontáneas y masivas ligadas a la grave crisis económica que atraviesa la isla.