Especies como pinzones, iguanas marinas y lagartijas de lava, endémicas de las islas Galápagos, se encuentran amenazadas por una variedad de factores, incluyendo el daño causado por especies domésticas introducidas, que habitan zonas urbanas y rurales del archipiélago.
Algunas de estas especies endémicas también habitan zonas urbanas, donde tienen que lidiar con depredación de, por ejemplo, perros y gatos.
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“Las especies nativas oceánicas o de islas son particularmente vulnerables a la depredación de gatos ...afectan a aves, reptiles e invertebrados”, según el Atlas de Galápagos, elaborado por la Fundación Charles Darwin y el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Denuncian que perros y gatos domésticos y ferales cazan a crías de iguanas marinas en Galápagos
Según Christian Saá, guía naturalista del Parque Nacional Galápagos, la situación de perros y gatos viviendo en el archipiélago ha llegado a un punto de “descontrol absoluto”.
Alberto Andrade, director del Frente Insular de la Reserva Marina de Galápagos, indica que “no hay un sustento científico” respecto a números de animales domésticos y de compañía en zonas urbanas debido a una falta de estudios, pero que están “muy molestos, la afectación de estos animales a las especies emblemáticas de Galápagos merma los recursos económicos al afectar la biomasa... quienes vienen a Galápagos no vienen a ver perros y gatos, vienen a ver lobos marinos, iguanas, pinzones”.
Andrade también señala a la influencia humana en el problema de la fauna urbana: “Quienes vivimos aquí somos inquilinos, incluyendo nuestras mascotas. El problema es en parte nuestro”, dice.
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La potestad de controlar la fauna urbana en la isla Santa Cruz una vez que las especies ya están dentro de la isla, por ejemplo, le compete al Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) Municipal de Santa Cruz, según un documento emitido por la Procuraduría General del Estado (PGE).
El documento fue escrito en noviembre de 2022 en respuesta a dudas del GAD municipal de Santa Cruz sobre las competencias de control de fauna urbana del Municipío de Santa Cruz y las de la Agencia de Regulación y Control de la Bioseguridad y Cuarentena para Galápagos (ABG), que funciona bajo el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
A la ABG le corresponde, de acuerdo con el mismo oficio, “el control, regulación, impedimento y reducción del riesgo de la introducción de animales no nativos” en la provincia insular, “entre ellos animales domésticos o de compañía”.
Sin embargo, la ordenanza vigente del cantón Santa Cruz en cuanto al manejo de la fauna urbana, emitida en 2017, divide las responsabilidades de control en administrativas, financieras, técnicas y operativas.
El reglamento adjudicaba responsabilidad de tareas administrativas y financieras, como la aplicación del régimen sancionatorio y ejecución de programas educativos de tenencia responsable al GAD municipal de Santa Cruz.
Los aspectos técnicos, como realizar censos poblacionales de la fauna urbana cada dos años y el traslado de perros y gatos que deambulan por zonas rurales y urbanas del cantón Santa Cruz a albergues, le correspondía a la ABG.
El oficio de la PGE especifica que solo es competencia de la ABG el control de ingreso de especies no nativas a las islas.
“No se ha podido cumplir la ordenanza al 100 %, y eso ha hecho que se haya generado un descontrol desmedido en el tema de la proliferación de gatos y de perros”, indica Santiago Naranjo, concejal urbano del GAD municipal de Santa Cruz.
“Hay un problema fuerte con el tema de los gatos, se salen de las casas y se comen las aves, las lagartijas, los pinzones”, continúa Naranjo, quien estima que hay alrededor de 5.000 o 6.000 perros en las islas.
Naranjo está “trabajando en la ordenanza sustitutiva de fauna urbana del cantón Santa Cruz”, con la cual las autoridades esperan “dar claridad”en cuanto a las competencias administrativas y técnicas del Municipio de Santa Cruz y la ABG en cuanto a la fauna urbana de la isla.
La ABG, mientras tanto, ha colaborado con los GAD del archipiélago en materia de esterilizaciones de perros y gatos. Según esta entidad pública, se han esterilizado a 1.234 animales de enero a junio de este año, y se ha dado a cuatro perros callejeros en adopción.
De los 1.234 perros y gatos esterilizados, 517 fueron gatos y 717 perros. La isla en la que más animales fueron intervenidos fue San Cristóbal, con 603.
En el mismo periodo retuvieron a un gato en inspecciones rutinarias a aviones y embarcaciones, donde también detectan productos orgánicos de contrabando. La ABG ha efectuado 589 retenciones de productos orgánicos en Galápagos. (I)
