Desde las faldas del cerro Pancho Diablo, a la altura del km 23 de la vía a Naranjal, el policía ambiental William Guanín avanzó sigilosamente, serpenteando un tramo de bosque seco y con un arma en la cintura. No quería ser visto por los tres hombres que ese miércoles 17 de junio del 2020, con machete en mano, talaban troncos de madera balsa en la Reserva Ecológica Manglares Churute, un área protegida en la que cualquier afectación representa un delito que se sanciona con prisión de 1 a 3 años.