La violencia en Ecuador ha crecido, diversificado y se ha hecho más violenta. Más aún cuando las políticas de seguridad ciudadana no dan resultados positivos, deslegitimándose las instituciones públicas: la Justicia tiene una aceptación del 8 % y la Policía del 10 %. Por eso la ciudadanía busca, por su cuenta, reducir su inseguridad a través de armarse, la justicia por propia mano o la introducción de la videovigilancia.