Una sensación de dolor levantó a Mariuxi Morán al amanecer del 30 de junio de 2016 en una ciudadela del norte de Guayaquil donde vive. Al despertar, aquel jueves, el seno izquierdo amaneció rojo, caliente, hinchado, duro, como cuando una madre tiene mastitis asociada a la lactancia, y botaba una sustancia gelatinosa del pezón.