Andrea tiene a su padre, de 50 años, en cuidados intensivos en un hospital de Guayaquil debido a que se contagió de COVID-19. Cuenta que para “mejorar” la condición de su familiar los médicos le mandaron a comprar cinco ampollas de remdesivir, un fármaco que se suministra vía intravenosa y que no se produce o vende en el país.