Una serie de medidas coadyuvaron para que el 60 % del costo de un vehículo corresponda a impuestos y cargas regulatorias.

Entre ellas están los cupos de importación y salvaguardias para vehículos, más la multiplicación de trámites para importar y matricular como la homologación vehicular, licencia de importación de camiones, certificado de reconocimiento del INEN para automóviles y autopartes, permisos de operación para nuevas empresas de transporte, cupos y autorizaciones de ampliación de cupos para autos de empresas de transporte y para la compra de vehículos para actividades productivas, enumera Jaime Cucalón, presidente de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA).

“Se implementaron alrededor de 20 reglamentos técnicos para el comercio del sector automotor, muchos de ellos con requisitos injustificados; se prohibió” el renting y el leasing de vehículos comerciales (arrendamiento que ofrece la posibilidad de utilizar un determinado bien sin tener que comprarlo) y “el fideicomiso en garantía para los vehículos; se aumentó el patrimonio técnico de los bancos y se establecieron garantías reales antitécnicas para el crédito automotor; se impuso una normativa excesiva para el control de lavado de activos a las empresas de comercialización de vehículos”, indica la Asociación de las Empresas Automotrices del Ecuador (AEADE).

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Ante una posible reforma tributaria, el gremio plantea medidas inmediatas para impulsar la competitividad y las inversiones en el sector automotor y el transporte.

Entre otras, piden la eliminación del impuesto a la salida de divisas (ISD) y el restablecimiento de la tarifa 0 % de IVA para los vehículos híbridos..

Una prioridad es una reforma del impuesto a los consumos especiales de los vehículos (ICE). Este es del 5 al 35 % en Ecuador, según el costo del auto y se calcula del precio de venta al público, que incluye un 20 % más de recargo de la suma del costo en puerto y el resto de tributos (solo excluyendo el valor que corresponde al impuesto al valor agregado).

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“El principal impuesto distorsivo a estos bienes es el ICE, el cual se agrega a una larga cadena de impuestos y genera una complejidad excesiva en el manejo del sistema tributario para los vehículos, ya que posee 14 niveles diferentes, con lo cual se convierte en un caso único en el mundo”, según la AEADE.

Hasta el año 2008 la tarifa del ICE sobre los vehículos motorizados alcanzaba el 5,15 % sobre el precio de venta al público (PVP). A partir de ese año, una reforma establece un ICE que grava a los vehículos de transporte terrestre de hasta 3,5 toneladas de carga con motores de combustión interna por medio de una estructura tarifaria progresiva que va entre el 5 % y el 35 % sobre el PVP.

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“Con esta estructura se desincentiva a los vehículos con mayores estándares de seguridad y eficiencia, afectando a los consumidores y generando distorsiones en el comercio automotor. Con esto se han elevado los precios de los automotores, que alcanzan actualmente hasta un 114 % adicional con respecto a nuestros países vecinos”.

Es así como los vehículos pueden duplicar su valor en puerto tras la liquidación de impuestos.

El planteamiento del sector es aplicar una racionalización del ICE, lo cual permitiría ofertar vehículos a precios más competitivos y mejorar al mismo tiempo la recaudación fiscal.

Reducción de impuestos puede implicar la renovación del parque automotor

El objetivo de reducir la carga tributaria es tener menores precios y mayor calidad en los segmentos de vehículos que representan el 90 % del mercado nacional. .

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Ecuador tiene los aranceles a los vehículos más altos de la región con techos que llegan al 40%, fijados al límite máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC), según la AEADE.

“Se incentivaría la renovación de la flota actual, lo cual también aportaría a la reducción de la huella de carbono que genera la industria, teniendo en cuenta que en Ecuador el 69 % de la flota de camiones tiene 20 años o más de antigüedad”.

Ecuador tiene los aranceles a los vehículos más altos de la región, fijados al límite máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC), según la AEADE.

Genaro Baldeón, presidente ejecutivo de Aeade, asegura que la eliminación de los cupos de importación en el 2016 ha diversificado el mercado de autos del país con el ingreso de automotores de diversos orígenes.

Las unidades que llegan de China (20 %), Colombia (14,7 %), Corea del Sur (12,2 %), México (8,9 %) y Japón (6,8 %) son las que hoy tienen una mayor participación en el mercado ecuatoriano.

“Hay una mayor oferta en variedad de vehículos a disposición del consumidor. Esto implicó la posibilidad de acceder a más económicos. Los autos que llegan de China tienen un precio promedio más bajo de lo que normalmente cuestan los de otros orígenes. Este es el principal fabricante de autos del mundo, sus niveles de competitividad son muy elevados”, asegura Baldeón.

El sector automotor plantea estos cambios para conseguir los siguientes objetivos.

  • Reducir el costo de los vehículos para el transporte comercial, público y privado.
  • Incentivar la introducción de nuevas y eficientes tecnologías para la movilidad.
  • Eliminar las distorsiones que promueven la informalidad del comercio. (I)