Raquel Barahona, de 28 años, estaba en sexto semestre de la carrera de Derecho en la Universidad de Guayaquil cuando empezó, en marzo de 2020, el confinamiento por la pandemia del COVID-19. Ahí se vio encerrada en la casa de su madre en Bastión Popular sin empleo, en el noroeste de la ciudad, hasta que en junio de ese año decidió vender productos de belleza a través de redes sociales.