Jovanny Coronel cumplió un mes al frente de la administración del cantón Pasaje, provincia de El Oro. Este cantón saltó al ojo público cuando se situó entre las ciudades más afectadas por el terremoto de marzo de este año.
En ese evento parte de infraestructura de inmuebles de la zona céntrica se afectó y varias familias tuvieron que salir de las casas y edificios por riesgo de derrumbe.
Coronel dijo a este Diario que tuvo que ponerse al tanto de lo que se hizo para atender esa emergencia y buscar por sus propios medios información sobre ayudas o proyectos a ejecutarse. La autoridad manifestó que recibió un Municipio “quebrado” y con falta de planes de acción frente a desastres naturales que puedan suscitarse.
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El 14 de junio se cumplió un mes desde que asumió la administración de Pasaje, ¿cuáles son los hitos principales que se han logrado?
Todavía no logramos tener un hito. El tema financiero, dado que la información no se dio en en la época de la transición, nos ha impedido avanzar. Prácticamente hemos tenido que buscar todo y aún así no logramos tener la información completa.
Lo que hemos podido hacer en este mes es básicamente mucha gestión, dado que no teníamos capacidad de hacer gasto. Hemos trabajado muchísimo en tema social, por ejemplo, gestión para donar sillas de ruedas, alimentos a damnificados del terremoto.
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Pasaje fue uno de los cantones que en el terremoto del 18 de marzo se vio más afectado. ¿Se gestionó ayuda o se recibieron recursos para reconstruir sitios y ayudar a los damnificados?
Esa información de lo que se debió hacer o se recibió tuvimos que buscarla nosotros mismos, no la recibimos tampoco. La ministra de Vivienda nos recibió de la manera más gentil, ahí supimos de un proyecto de 47 viviendas que se destinarían a damnificados del terremoto.
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También tendremos una reunión con el subsecretario de Vivienda y con el encargado del ministerio en El Oro para poder poner en ejecución ese proyecto. Hubo hasta cierto punto descuido de la administración anterior porque había que hacer un protocolo para la demolición de las viviendas afectadas cosa que no se lo hizo. Eso nos toca asumir ahora.
Estamos reuniéndonos con las personas afectadas dado que, obviamente, hay resistencia para demoler los inmuebles. Estamos analizando también con un informe de ingenieros para ver si hay la opción de reparar o si definitivamente se debe demoler.
Entonces, ¿hay familias que habitan aún en esas viviendas con daños?
Fueron categorizados los inmuebles afectados con colores rojo, verde y amarillo. Los rojos, obviamente, son los que están inhabitables. Hay que aclarar que en algunas viviendas habitaban familias que tenían otros domicilios y otros sitios eran edificios de instituciones, cooperativas de crédito. Ahí también estaban edificios de arriendo en los que las personas que vivían allí buscaron otros sitios.
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¿Qué lección dejó al cantón este este desastre natural?
Que no existía un plan y un buen equipo para atender este tipo de emergencias. En El Oro, la mayoría, por no decir todos los cantones, carecen de un departamento de dirección de riesgos con un equipo realmente capacitado y que asuma su rol.
Este departamento debe ser el que pone la directriz antes, durante y después de un evento desastroso como el que ocurrió. Pasaje no fue la excepción, no teníamos un departamento, ni siquiera un buen profesional al mando. No había planes de contingencia, no hubo protocolos y ni siquiera protocolos para después del desastre.
Ahora estamos en plena capacitación, en plena conformación de este equipo que debe ponerse en funcionamiento lo más pronto para estar preparado para desastres naturales como el fenómeno de El Niño que seguramente va a causar problemas no solo en la parte estructural, sino también en la humana. También se está elaborando ese plan de contingencia que no se tenía.
Existía un departamento de gestión de riesgo, pero el equipo no estaba capacitado...
Así es, era una dirección de papel donde solo se dedicaban a dar permiso para eventos, más que para controlar un evento de desastre que afecte a la comunidad.
Ahora, por el anuncio de la llega de El Niño hemos hecho los contactos con Gestión de Riesgos Zonal e inclusive la nacional para que nos asesoren. Los equipos que se están capacitando van, más adelante, a preparar las capacitaciones para la comunidad y a preparar los protocolos. Presupuestariamente también debemos ver de qué manera podemos destinar recursos sean propios o por crédito para poder tener un equipo caminero y de emergencia en el caso que se presente algún evento que requiera ayuda.
¿Cuándo se esperaría que ese plan de contingencia ya esté listo y se empiece a trabajar con ese equipo de gestión de riesgos?
El equipo, vuelvo y repito, ya se está capacitando. El plan por otra parte estaría listo en unas tres semanas. Ahora la gestión nuestra es con la banca para, básicamente, endeudarnos para tener maquinaria que esté disponible para eventualidades que se puedan dar.
Tenemos muchos ríos aquí en Pasaje que son de crecimiento violento. Ese protocolo, plan que se está armando requiere de mucho profesionalismo para establecer directrices de cómo actuar.
¿Tienen identificados los sitios que pudieran volver críticos una vez de que llegue el fenómeno de El Niño?
La parroquia Uzhcurrumi que siempre ha tenido problemas en la vía, por derrumbes, esa es la zona más crítica. Asimismo están los ríos Buenavista y Jubones que normalmente tienen un caudal controlado, pero cuando hay excesivas lluvias se pueden desbordar. En esos sitios se está enfocando el estudio por parte del equipo técnico.
La carretera que une a Pasaje con Azuay registra inconvenientes cada cierto tiempo, más en la temporada de lluvia. ¿Han tenido acercamiento con el Ministerio de Obras Públicas?
La vía Pasaje-Girón-Cuenca siempre es la más afectada por el tema invernal. Allí hay caída constante de material, continuos deslaves. Sabemos que eso es más competencia del Ministerio de Transporte y asumimos que se están tomando las precauciones. Aún no he tenido ninguna reunión con ellos, espero pronto concretar una conversación para tratar el tema.
En todo caso estamos prestos a colaborar dentro de nuestras posibilidades, dado que estamos quebrados económicamente como municipio.
Como Municipio, ¿qué tareas preventivas están ejecutando?
Estamos haciendo limpieza de canales que normalmente se llenan de maleza en verano. Pasaje tiene tiene dos puntos que se desbordan de forma violenta en temporada de lluvia, por lo que vienen desde las estribaciones de cordillera, por la cercanía con Azuay. Por ello se están ejecutando acciones de limpieza.
Hay que tener en cuenta que Pasaje tiene un grave problema y es el sistema de alcantarillado que está colapsado. Este sistema tiene casi 60 años. Tuvimos ya una reunión con el Banco de Desarrollo (BEDE) para presentar un proyecto de cambio total del sistema y para hablar de proyectos que mejoren la salud y calidad de vida de los ciudadanos.
Hubiéramos querido o hubiera sido ideal tener un plan maestro, pero la emergencia de El Niño no va a dar espacio para ejecutar eso. Entonces hay que analizar las medidas a tomar y ejecutar en el corto y mediano plazo.
¿Cuáles son esas acciones inmediatas a ejecutarse?
El tema más preocupante aquí y yo diría que en Ecuador, aparte de los servicios básicos, es la seguridad. Hemos logrado con gestión que nos doten de 100 efectivos policiales a los que a Municipalidad les dará un sitio en donde puedan descansar después de sus actividades, asimismo movilización.
¿En cuánto tiempo usted entregaría un informe de cómo se recibió la Alcaldía?
Está por concluirse el mes, estemos como estemos tengo que informar a la ciudadanía. Hay un presupuesto prorrogado en el que se incluyeron doce obras contratadas con cero anticipo, todas las obras detenidas por falta de pago. Un excesivo endeudamiento y una inflación total en la nómina, tenemos 700 empleados. Eso le quita la capacidad al Municipio de la obra pública, porque tiene más gasto corriente.
En este año el programa festivo de Pasaje será más austero. Hemos llamado a la conciencia ciudadana para decir que vamos a ser muy, muy austeros. Esto no quiere decir que no vamos a celebrar una fiesta cantonal, pero, obviamente, será sin mucho lujo. La vida humana, el bienestar de la ciudadanía, de la vivienda son nuestros pilares de trabajo. (I)
