Como preocupante calificó Juan Ortiz, gerente de la empresa pública municipal Gestión Integral de Desechos Sólidos Ambato (Gidsa), la situación del relleno sanitario ubicado en la parroquia Izamba. El relleno está a punto de colapsar.

Recordó que hace veinte años se diseñó el actual relleno sanitario y tomando en cuenta que cada año se llena una celda, desde aproximadamente el 2015 se debió haber tomado una decisión para proyectar uno nuevo para las siguientes dos décadas.

Aseveró que por esa razón en la cuarta semana que está al frente de Gidsa, con el equipo técnico lleva adelante mesas de trabajo con el fin de hacer el análisis técnico que beneficie a la ciudadanía ambateña y no se vea afectada por el destino final de las aproximadamente 300 toneladas diarias de desechos que se generan en Ambato.

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Dijo que conocían que había problemas, pero que ahora se trabaja para cumplir con las auditorías de conjunción que pidió el Ministerio del Ambiente como paso para la licencia ambiental del nuevo relleno sanitario. Se lo hará a base del diálogo y mesas técnicas conjuntas.

Ortiz contó que del 24 al 28 de julio, Patrick Hettiaratchi, de la universidad de Calgary de Canadá, estará en la Universidad Técnica de Ambato para el cuso-taller “Gestión integral de residuos y valoración energética de residuos sólidos”. A él pedirán que les instruya qué pasa en el mundo en este tema y cómo pueden hacer para mejorar el nuevo relleno sanitario.

También aseguró que hicieron algunas consultas en las que se asegura que con ingeniería técnico-civil se podrá hacer una compactación mucho más fuerte y agresiva (de los desechos) para que el espacio disponible dure un poco más y en ese tiempo poder tener una solución para los siguientes veinte años.

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“Prácticamente con esto tendríamos más o menos un año o año y medio más, posiblemente dos años, tiempo que nos daría el espacio para poder hacer todos los trámites tanto de permisos del medioambiente, licencias, expropiaciones, etc., y que la ciudadanía esté tranquila porque se va a dar solución”, dijo.

Gavino Vargas, coordinador zonal 3 del Ministerio del Ambiente, manifestó que hay que entender que un relleno sanitario es necesario para el cantón porque es parte del buen vivir y de un ambiente saludable y sano, ante lo cual se mostró de acuerdo en mantener coordinación interinstitucional.

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Aseveró que para obtener la licencia ambiental para el nuevo relleno se debe cerrar primero lo viejo, pero de manera técnica porque incluso se tiene que contar con chimeneas, porque ahí se produce gas.

El gerente de Gidsa concuerda en que el cierre se lo tiene que hacer con capacidad técnica y operativa a través de asesoramiento, pero en el proceso para contratar demorará alrededor de cinco meses, por eso de manera paralela se trabajará en el cerramiento y en el nuevo relleno sanitario. (I)