Como hace 30 años, cuando se colocó el primer monigote de cartón, papel, engrudo y pintura en la avenida Amazonas, este miércoles, 31 de diciembre, esa misma tradición volvió a nacer.
En su momento, un diario capitalino fue el promotor del evento; luego pasó a manos de otro medio de comunicación y, con el tiempo, se perdió. Por más de diez años se dejó de realizar y muchos quiteños se preguntaban por qué.
Razones concretas no existían, pero para muchos, durante esos años, la avenida Amazonas permaneció triste, abandonada y oscura, a pesar de que el clima mostraba otra cara.
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El Municipio de Quito, en su afán de recuperar antiguas tradiciones y devolverle la identidad a los quiteños, se propuso organizar una vez más el concurso de monigotes en la avenida Amazonas hasta la avenida Patria.
Desde la Veintimilla, un recorrido de más de cinco cuadras se volvió corto debido a que todos alzaban la cabeza, se emocionaban con los monigotes y pensaban quién es el personaje que ahora yace estático en la acera; pero, al verlo, parece que tiene vida.
Varias empresas privadas y públicas participaron en el evento. En tarimas, con música y adornos, mostraron su creatividad para fabricar uno de esos muñecos gigantes con los que los ecuatorianos despedimos cada 31 de diciembre un año más.
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Tradición familiar que se mantiene viva
“Nosotros somos de la familia Villagómez, representamos esto desde hace años, pero realmente fue mi hijo quien empezó a crear estas obras de arte desde los 4 años. Fue creciendo y la tradición se mantuvo”, expresó Nelly Cabrera, propietaria de un año viejo que tenía un dinosaurio como su atracción principal.
Su familia ganó el primer lugar en 2019 con el montaje de Carapaz, pero su legado lleva más de 30 años, incluso cuando el festival empezaba tarde, a las 18:00, y se extendía hasta las 00:00.
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A pesar de la jornada laboral, mucha gente caminaba por esta tradicional avenida para participar en el concurso de monigotes.
Algunos estaban listos desde muy temprano con sus mejores vestimentas para que el 2026 sea próspero y repleto de éxitos.
Crítica política y mensajes sociales
“Retomamos la participación de los años viejos después de seis años de haber cesado. Tratamos de representar lo que no se ha hecho en el gobierno de Daniel Noboa”, sostuvo Nohemí Lainez, miembro del grupo Quijotadas Ecuador.
Lo más curioso del recorrido fueron las muestras de familias que se habían unido para armar los monigotes gigantes o la sátira de los mensajes políticos que hacían alusión al paro en Imbabura o a la gestión del presidente Daniel Noboa.
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También hubo espacio para exhibir el deporte ecuatoriano.
La gente fabricó estands de Liga Deportiva Universitaria (LDU) o Independiente del Valle, equipos que lograron sacar réditos en 2025. Asimismo, hubo otros sobre la identidad local.
El sol resplandeciente de Quito acompañó a propios y extraños, incluso a turistas de diferentes nacionalidades, quienes pasaban asombrados y observando cómo la cultura ecuatoriana era, para ellos, algo distinto y maravilloso.
“Hay una persona vestida de verde que obviamente es un militar, confrontando la represión que hubo. Ellos buscaban minas y bombardearon al aire, mataron mucha fauna y nunca encontraron nada”, manifestó Francisco Potosí.
Él fue el artesano que fabricó un curioso monigote que representaba lo que llamaba “represión” por parte de policías y militares en el último paro nacional, que tuvo a Imbabura cercada por más de un mes.
Entre ocho días y un mes les llevó a los propietarios de los monigotes poder obtener mensajes claros para el centenar de personas que se congregó en la avenida Amazonas y que, desde muy temprano, caminaba con sus hijos, nietos e incluso mascotas hasta la avenida Patria.
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El concurso y el festival de monigotes se desarrollarán este miércoles hasta las 18:00, mientras que en el sur, en la avenida Teniente Hugo Ortiz, también se lleva a cabo el mismo evento desde las 11:00 hasta las 18:00. (I)
