Ambato
Con pesar e indignación reaccionaron en diferentes sectores de la comunidad ambateña y tungurahuense al conocerse la noticia del hallazgo del cuerpo sin vida del padre Enrique Fabián Arcos Sevilla.
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El hallazgo se produjo en el sector de Panzaleo, cantón Salcedo, provincia de Cotopaxi, este domingo 3 de noviembre. El cuerpo tenía signos de violencia, incluso tenía las manos atadas. La Policía Nacional investiga el hecho y aún no hay un pronunciamiento al respecto.
“Un amigo, un sacerdote intachable”, así se refirió el padre Fabricio Dávila, vocero de la diócesis de Ambato, sobre el religioso, ahora occiso, de 53 años.
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Dávila comentó que el padre Arcos tenía una discapacidad física, por esa razón no se encontraba a cargo de ninguna parroquia eclesiástica. Pero brindaba su colaboración en las celebraciones religiosas que se realizaban en la parroquia San Roque de Huachi Chico, en el sur de Ambato.
“Mi tío ha sido siempre una persona buena con todos, toda su vida la ha dedicado al servicio religioso. Parte de una familia muy unida y profundamente creyente”, dijo Ana Belén, sobrina del cura.
El padre Arcos mantenía una cuenta en Facebook en la que compartía diferentes tipos de mensajes. El último fue en la mañana del martes 29 de noviembre.
Se intensifica la búsqueda del padre Enrique Arcos Sevilla
“Felicidades, padre Fabián, que Dios le siga bendiciendo en su vida. Dios le pague por ser esa alma orante, entregada a Dios, sacrificada por la salvación de todos sus hermanos, nosotros que le hemos sido confiados como rebaño de Dios”, escribió Cecy Patiño cuando el sacerdote publicó el pasado 18 de julio una fotografía por sus 26 años de servicio religioso. (I)