El presidente Daniel Noboa dispuso este viernes un nuevo estado de excepción por 60 días, debido a la emergencia en el sector eléctrico, con el objeto de garantizar la continuidad del servicio público de energía eléctrica.

A diferencia de ocasiones anteriores, este nuevo estado de excepción no impone horarios de toque de queda.

En el artículo 1 se indica que la presente declaratoria requiere una intervención emergente y urgente de las instituciones del Estado para precautelar y garantizar la provisión del servicio público de energía eléctrica, respondiendo a los principios de obligatoriedad, generalidad, uniformidad, eficiencia, responsabilidad y universalidad.

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El decreto detalla que el plazo de 60 días se fundamenta en la necesidad de contar con el tiempo adecuado para superar los hechos fácticos planteados, hacer frente al déficit energético y garantizar el suministro del servicio de electricidad en el presente, propendiendo a una estabilización en un futuro inmediato.

Así también, se establece que el Ministerio de Economía y Finanzas asignará los recursos suficientes para atender el presente estado de excepción, pudiendo disponer de los fondos públicos necesarios para el efecto, a excepción de los correspondientes a salud y educación.

Además, se dispone la movilización e intervención de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional, para garantizar la seguridad de las instalaciones críticas de infraestructura energética para prevenir sabotajes, ataques terroristas u otras amenazas que puedan afectar su funcionamiento.

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Emergencia en el sector eléctrico

Noboa declaró el martes la emergencia en el sector eléctrico y pidió la renuncia de la entonces ministra de Energía, Andrea Arrobo.

Tras intempestivos racionamientos el pasado domingo, Noboa encargó el martes la cartera de Energía al titular de Transporte y Obras Públicas, Roberto Luque, y ordenó una investigación ante sospechas de corrupción que afecta la producción de electricidad.

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Se indicó también que las centrales eléctricas realizarán entre el jueves y viernes mantenimientos de sus plantas, lo que implicará racionamientos que serán anunciados oportunamente.

El Gobierno ecuatoriano señaló el miércoles que los embalses Mazar y Paute están en “condiciones críticas” al registrar un nivel de almacenamiento de 0 % y 4 %, respectivamente.

Asimismo, el caudal en la mayor central hidroeléctrica, Coca Codo Sinclair, que abastece un 30 % de la demanda nacional y genera una potencia de 1.500 MW, sufre un déficit de 40 % con respecto al promedio histórico. (I)