En medio de los prolongados cortes de luz a escala nacional, y de las sospechas de sabotaje que tiene el Gobierno por la situación de los embalses de Mazar, el presidente Daniel Noboa dispuso un nuevo estado de excepción, por grave conmoción interna y calamidad pública, a través del Decreto Ejecutivo 229, del viernes 19 de abril. Durará 60 días.

El motivo de la medida responde a la emergencia en el sector eléctrico, con el objeto de garantizar la continuidad del servicio público de energía eléctrica, dice el decreto.

De igual manera, se establece que el régimen de excepción da paso a una intervención emergente y urgente de las instituciones estatales para precautelar la provisión del servicio eléctrico.

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Se dispone al movilización e intervención de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en todo el país, con el fin de resguardar las instalaciones críticas de infraestructura energética “para prevenir sabotajes, ataques terroristas u otras amenazas que puedan afectar su funcionamiento”.

Según el decreto, los 60 días que durará la excepción se fijaron con la necesidad de contar con tiempo para superar la crisis energética y “hacer frente al déficit energético y garantizar el suministro del servicio de electricidad en el presente, propendiendo a una estabilización en un futuro inmediato”.

El Ministerio de Economía y Finanzas se encargará de asignar los recursos necesarios para atender la emergencia, sin afectar los fondos correspondientes a los sectores de salud y educación.

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El nuevo estado de excepción no impone horarios de toque de queda, como ha ocurrido en otras ocasiones.

Reservas de embalses en descenso

En los considerandos del decreto 229, se cita un informe de la Corporación Centro Nacional de Energía (Cenace), del 15 de abril, en el cual se notifica el inicio del período de racionamiento en el sistema eléctrico, en razón de que “las reservas energéticas almacenadas en los embalses se encuentran en descenso y en valores muy próximos a los mínimos requeridos para mantener la continuidad del servicio eléctrico”.

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El reporte de la Cenace “determinó la existencia de una situación crítica” para el abastecimiento de demanda de electricidad.

De igual manera, se menciona que el 16 de abril el Ministerio de Energía y Minas declaró en emergencia al sector eléctrico, por 60 días, cuyo fin es realizar acciones para priorizar la adquisición y generación adicional de energía eléctrica.

El presidente Noboa determinó en el decreto que por la grave situación “se justifica” la adopción de medidas urgentes que garanticen el suministro de energía al país; por tanto, “es crucial actuar de manera diligente y efectiva para mitigar los efectos adversos que crisis energética está teniendo sobre la población y la economía”. (I)