“Cada vez es mayor la demanda de salir, es lo que notamos con preocupación”, asegura José Iván Dávalos, jefe de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Ecuador, sobre esta ola migratoria de compatriotas que intentan llegar a Estados Unidos sin importar el camino y los riesgos. Usan rutas irregulares en donde son víctimas de “mafias, de gente inescrupulosa, gente que no repara en desaparecer o violarle derechos fundamentales, incluyendo la vida”.