El parque El Arbolito, en el centro norte de Quito, fue el punto de encuentro de cientos de personas, la mayoría mujeres, que se unieron para movilizarse la tarde y noche del martes 8 de marzo en conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Con carteles, tambores, cornetas y consignas reclamaron por una sociedad más justa, por la erradicación de la violencia de género, por el aborto, por terminar con las brechas que las ponen en desventaja frente a los hombres.
Entre las personas que acudieron al llamado estaba Carmen Castelo, que asistió con su hija Daniela, de 9 años. Las dos llevaban pañuelos morados alrededor del cuello y portaban una cartulina del mismo color con la frase escrita “Vivas nos queremos”, una leyenda insignia de la lucha contra los femicidios.
“Vine con mi hija porque es importante que ella aprenda desde niña a exigir sus derechos. Que sepa que las mujeres no debemos vivir con miedo, que no está bien que nos maltraten, que no debería haber desigualdades entre hombres y mujeres”, dijo Castelo, mientras acomodaba el pañuelo de Daniela.
En el parque se apostaron organizaciones sociales y colectivos de diversa índole. Estaban comunidades de estudiantes, indígenas, trabajadoras, personas transgénero, lesbianas, personas de la tercera edad, entre otros. Algunas lucían rostros pintados o usaban capuchas. Y también había hombres, jóvenes y adultos, que empatizan con las causas de la lucha.
Claudia Abad llegó con su grupo de mujeres sahumadoras, portaban vasijas y en su interior quemaban incienso y palo santo como un acto de purificación. “Ponemos el fuego sagrado que fue entregado por nuestros ancestros para el servicio de la comunidad. Acompañamos una lucha que es absolutamente necesaria e indispensable. Esta fecha reivindicamos que las mujeres somos sujetos de derecho y con el fuego santificamos eso”, explicó Abad.
La marcha salió alrededor de las 17:30 y se dirigió hacia el centro histórico, a través de las avenidas 12 de Octubre y Gran Colombia, siguió por la calle Guayaquil para ingresar al casco colonial. La multitud se extendía a lo largo de al menos ocho cuadras.
“¡Señor, señora!, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente... ¡Alerta! ¡Alerta! Alerta que camina la lucha feminista por América Latina... ¡Ni una menos, vivas nos queremos!” eran algunas de las consignas que coreaban a viva voz, en medio de la mirada de conductores y transeúntes.
La movilización no estuvo libre de altercados. En el centro histórico las mujeres se toparon con vallas metálicas y una barricada de policías que impidió su paso por las calles Mejía y Venezuela. Hubo enfrentamientos con los uniformados, quienes respondieron arrojando gases lacrimógenos. Varias mujeres denunciaron que fueron agredidas con toletes.
Se reportan incidentes en marchas por el Día de la Mujer, en Guayaquil, Quito y Cuenca
Algunas activistas lanzaron pintura a los escudos de los agentes y prendieron antorchas como señal de resistencia. Ante la imposibilidad de llegar a Carondelet, la multitud se dirigió a la plaza Santo Domingo. Alrededor de las 20:00, los asistentes empezaron a retirarse del lugar, después de una intensa jornada de más de tres horas. (I)