En el sector de las canchas de ecuavóley de El Pintado, en el sur de la capital, un pequeño local gastronómico ha conquistado los paladares quiteños.

Se trata de Los Pescados de Guacho, un espacio donde el sabor, la calidez y la historia de su dueño, Luis Carlos Chasín, se mezclan en cada plato servido. Su trayectoria es la de un hombre que, tras enfrentar duros desafíos, encontró en la cocina el camino para salir adelante.

Publicidad

El rosero quiteño, la bebida símbolo de la capital que guarda historia y tradición

Chasín, oriundo de Muisne, Esmeraldas, creció con la ilusión de convertirse en futbolista profesional. Jugó en equipos como el Club Sport Patria de Guayaquil, Deportivo Quito y El Nacional. Sin embargo, las lesiones truncaron su carrera, dejándolo sin ingresos estables.

Con la responsabilidad de mantener a su familia, buscó alternativas laborales. Trabajó como taxista y en diversos oficios, pero ninguno le permitió alcanzar la estabilidad económica.

Publicidad

Fue entonces cuando recordó las enseñanzas de su madre, quien le inculcó el amor por la cocina y le aseguró que ese conocimiento le sería útil en el futuro. Con el tiempo, esas palabras cobraron sentido y Chasín decidió emprender su propio negocio de comida.

Edificios vallados en Quito, una barrera entre la ciudadanía y el espacio público, según especialistas

La gastronomía, que antes solo formaba parte de sus recuerdos de infancia, se convirtió en su medio de vida.

El camino no fue fácil. Comenzó vendiendo pescados en un pequeño local con tres mesas y una cocina improvisada en la vereda. Con esfuerzo y dedicación, su negocio ganó reconocimiento por la calidad de sus platillos y la calidez en la atención.

La autenticidad de sus sabores pronto atrajo a más clientes, quienes encontraron en su restaurante un pedazo de la Costa ecuatoriana en la ciudad.

QUITO.- Los Pescados de Guacho, un emprendimiento de Luis Carlos Chasín ubicado en el barrio El Pintado, en el sur de la capital. Foto: Alfredo Cárdenas.

La pandemia de COVID-19 representó un reto, pero también una oportunidad. A pesar de las dificultades, logró mantener su negocio en pie. Tras la crisis, pudo mudarse a un local más grande, donde actualmente atiende a sus clientes con la misma pasión de siempre. “No fue fácil, pero la perseverancia y la fe me ayudaron a seguir adelante”, comentó Chasín.

Los Pescados de Guacho ofrece una variedad de especies frescas, como pargo, robalo, corvina, rayalete, roncador y picuda, traídos directamente desde la Costa ecuatoriana.

Además, en el fututo el menú incluirá cebiches, encocados y arroces preparados con recetas tradicionales. Cada plato se elabora con ingredientes frescos y especias que resaltan el auténtico sabor de la cocina esmeraldeña.

Ecuavoley, el deporte que en los barrios capitalinos se vive con pasión, tradición y picardía

El local atiende de martes a domingo. De martes a viernes abre de 15:00 a 20:00, mientras que los fines de semana, debido a la alta demanda, el horario es de 12:00 a 18:30.

Aunque el espacio es reducido, Chasín aseguró que cada plato se prepara con dedicación y amor, lo que compensa cualquier limitación física del establecimiento. “Prefiero calidad sobre cantidad. Aquí, cada cliente recibe un plato hecho con el corazón”, enfatizó.

El sabor de Los Pescados de Guacho ha trascendido, atrayendo a clientes de toda la ciudad, incluidos futbolistas y figuras reconocidas. Deportistas como Franklin Salas y Carlos Gruezo han visitado el local y recomendado sus platillos.

6 de Diciembre, la avenida que rememora la historia quiteña y que tiene desafíos para mejorar la movilidad

Además, las redes sociales han sido un aliado clave en su crecimiento. Videos y publicaciones de clientes satisfechos han generado mayor concurrencia de visitantes, algunos de ellos incluso viajando desde otros sectores de Quito solo para probar su comida.

Luis Carlos Chasín, quien comenzó trabajando solo, hoy cuenta con un equipo de cinco personas. Cada uno de ellos comparte su pasión por la cocina y el compromiso con la calidad. “Cuando uno hace las cosas bien, todo se va dando conforme a la voluntad de Dios”, afirmó con convicción.

Su sueño es seguir expandiendo su negocio y llevar su sazón a más rincones del país. La idea de expansión es con un restaurante de tres pisos que entregue diferentes opciones y ambientes.

QUITO.- Los Pescados de Guacho, un emprendimiento de Luis Carlos Chasín ubicado en el barrio El Pintado, en el sur de la capital. Foto: Alfredo Cárdenas.

Para Chasín, su restaurante es más que un negocio: es un homenaje a sus raíces. “Muchos clientes me dicen que ya no tienen necesidad de viajar hasta Esmeraldas porque encuentran el mismo sabor aquí”, comentó con orgullo.

Cada plato servido es un tributo a la cultura afroecuatoriana, a los sabores tradicionales y a la calidez de la gente de su tierra natal. En cada bocado, los comensales pueden sentir la esencia del Pacífico ecuatoriano.

Cómo se ve el centro histórico de Quito 490 años después de su fundación

Cada cliente que ingresa tiene la posibilidad de elegir el pescado que se servirá. La amabilidad y la sonrisa con la que es recibida cada persona se han convertido en una característica del local, que en varias ocasiones ha tenido filas de espera.

Hoy, Chasín sigue cocinando con la misma pasión del primer día, convencido de que la clave del éxito radica en la constancia y el amor por lo que se hace.

“Mientras Dios lo permita, seguiré sirviendo los mejores pescados de Quito”, afirmó con una sonrisa. Y así, entre aromas de mar y el calor de la cocina, su historia continúa escribiéndose, plato a plato, con sabor y corazón. (I)