Ambato
En la diócesis de Ambato el regreso a las labores luego del feriado de cinco días estuvo matizado por un ambiente de pesar y consternación.
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La mañana de este martes, 5 de noviembre, en el personal era evidente la tristeza por la muerte del padre Enrique Fabián Arcos Sevilla, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en el cantón Salcedo, provincia de Cotopaxi, el domingo 3 de noviembre.
El religioso de 53 años fue visto con vida por última vez el miércoles 30 de octubre en la ciudadela Cristóbal Colón, por la zona de la unidad educativa Bolívar, en el sur de Ambato. Y la mañana del jueves 31 se hizo oficial su desaparición.
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Desde el ECU911 se alertó de que moradores del sector de Lampata Chasqui, junto al botadero de basura de la parroquia Mulalillo, en Salcedo, notaron la presencia de animales alrededor de un bulto.
Personal policial que llegó al lugar constató que se trataba de un cuerpo humano que estaba a un costado de la vía, informó el teniente coronel Christian Garzón, jefe de la Policía Nacional en Salcedo.
Luego de las verificaciones respectivas se solicitó que acudieran al lugar las unidades especiales. Y junto con la Fiscalía se realizó el levantamiento de algunas piezas anatómicas, entre ellas, extremidades inferiores y superiores que fueron llevadas a la morgue de Latacunga para realizar las diligencias de ley.
Preliminarmente se conoce, por versión de moradores, que el cuerpo del sacerdote estaba desmembrado, algo que se atribuye a los perros que merodeaban el sector donde fue localizado el cadáver.
“Nosotros estuvimos yéndonos a nuestro hogar y en la subida a Panzaleo vimos la multitud. Nos acercamos a ver qué pasaba y constatamos que había un cadáver. Quienes estuvieron ahí nos comentaron que a eso de las 18:30 vieron una manada de perros y al acercarse constataron que el cuerpo estuvo un poco maltratado por los animales”, contó una moradora de Mulalillo.
La mujer dijo que están muy preocupados porque no es la primera vez que se encuentra un cadáver en el lugar. “Anteriormente hubo otra persona muerta y eso nos tiene muy preocupados, porque antes era un lugar bastante tranquilo”, aseveró y pidió a las autoridades adoptar medidas por la seguridad.
Dolor en la diócesis de Ambato
“Estamos profundamente consternados. Estos últimos días han sido difíciles, pero permanecemos unidos a la familia de nuestro hermano y amigo, el padre Fabián Arcos, y continuaremos sosteniendo su mano para acompañarles en estos momentos de tanto dolor”, manifestó el padre Fabricio Dávila, vocero de la diócesis de Ambato.
Él destacó el trabajo de la Policía Nacional y de la Fiscalía y expuso que confían en que esa labor permitirá revelar y esclarecer los hechos con la finalidad de que se juzgue a los responsables. Estarán pendientes de lo que se haga para conocer los resultados, argumentó.
Y mostró su preocupación por la inseguridad que se vive en Tungurahua y el país, no solo con el caso del padre Fabián Arcos. “La violencia que hemos vivido en los últimos días con muertes en la ciudad de Ambato nos alarma”, recalcó el religioso.
Una vez finalizados los procedimientos y protocolos legales se formalizarán los detalles del funeral que se cumplirá en los próximos días, indicó el sacerdote. (I)