Babahoyo
“No quiero regresar al cuarto donde vivía con mi mami, ver sus cositas, su cama donde ella dormía, me trae muchos recuerdos y mucho dolor”, expresó Gilber Barbera Montoya, el hijo de Bella Montoya, la adulta mayor de 76 años que fue declarada muerta el 9 de junio, pero que al detectársele signos vitales cuando permanecía en el cofre mortuorio fue llevada al hospital Martín Icaza, donde estuvo siete días hasta que su deceso fue confirmado la tarde de este viernes 16.
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A las 17:00 de este último día los médicos del mencionado sanatorio confirmaron la muerte de la mujer. Esta vez fue la definitiva.
Falleció Bella Montoya, la mujer que ‘resucitó' en su velorio en Babahoyo
Desde entonces la esperanza de Gilber se desvaneció. Su rostro refleja tristeza y desasosiego, acercarse al féretro de su madre le causa dolor. “Ella debería estar en su casa, no en esa caja”, mencionó mientras secaba sus lágrimas.
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“La primera vez que los médicos dieron por muerta a mi mami, mientras yo caminaba por el hospital, se me posó un pajarito en el hombro, era amarillo con manchas azules y me dijo que ella no estaba muerta, efectivamente, eso pasó, ahora quisiera que pase lo mismo, pero no va a ocurrir, esta vez mi madre sí ha muerto (…), mi vida ya no será la misma”, comentó el hombre que estuvo junto a Bella en el hospital mientras ella permanecía en estado crítico.
Días antes del 9 de junio, cuando Bella fue declarada muerta por primera vez, Gilber contó que su madre le decía que se iba a ir de este mundo. “Me decía que yo ya podía seguir con mi destino, que ella ya no me iba a poder seguir acompañando en esta vida, mientras estaba sentada en su camita hacía chao con su manito, yo le decía que no diga eso, que no piense en la muerte porque yo la necesitaba conmigo”, recordó.
Al velorio de la adulta mayor, en las calles Olmedo y 5 de Junio, en Babahoyo, llegaron los otros hijos de la ahora occisa: Jaime y Juan Arévalo Montoya.
Ambos, hijos de un primer compromiso, recordaron a su madre con amor. Indicaron que Bella se dedicaba a la costura y además trabajó un buen tiempo en el hospital como ayudante de Enfermería.
Jaime y Juan se criaron en Pueblo Nuevo con su abuelo paterno, mientras que Gilber vivía con su madre en Babahoyo. Pero mantenían conversaciones frecuentes, y aseguraron que la salud de su madre presentó dificultades desde hace diez años a causa de un derrame cerebral.
“Lo que le pasó a mi mami fue una negligencia médica, hace ocho días declararon muerta a mi mami, entregaron hasta los papeles diciendo que ella había muerto a las 12:00 de ese viernes por un derrame cerebral”, expuso Jaime.
Bella Montoya vivía en la ciudadela El Pireo, donde alquilaba un cuarto por cien dólares. El sepelio está previsto para las 14:00 en el cementerio General de Babahoyo.
“Mi hermano pagaba el arriendo, él antes de la pandemia trabajó como oficial de un bus, pero ahora se encuentra sin trabajo”, contó Jaime.
Eduardo Naranjo, amigo de la familia, refirió que por gestiones del Municipio pudieron conseguir una bóveda prestada y el ataúd es el mismo en el que hace ocho días fue velada, donado por Víctor Avendaño.
Gilber, quien por siete días durmió en el portal de un consultorio médico ubicado frente al hospital, tiene su destino incierto. No tiene trabajo ni recursos que le permitan subsistir, espera poder adquirir un triciclo para realizar fletes y con ese dinero mantenerse.
“Al señor deben darle un bono, ha estado siempre fiel y atento al cuidado de su madre, a ella le quitaron el bono cuando la declararon muerta por primera vez, debería el Estado otorgarle un bono”, pidió una vecina.
Sobre la denuncia que presentaron en la Fiscalía, dijeron que seguirá su curso.
Sobre si hubo o no negligencia médica, la Coordinación Zonal 5 de Salud emitió un comunicado hace siete días indicando que se realiza una auditoría para determinar qué fue lo que ocurrió en el caso de Bella Montoya que ha dado la vuelta al mundo. (I)