Al menos cinco años de “experiencia específica en temáticas de violencia basada en género hacia las mujeres”, así como cinco años de “experiencia general en proyectos de desarrollo social” son dos de los seis requisitos mínimos con los que deberán contar los llamados centros de atención integral y casas de acogida que atienden y reciben a víctimas de violencia de género como las mujeres y sus hijos.