Un barco de carga se impactó contra un pilar del puente más grande del estado de Maryland, en la ciudad de Baltimore, durante la madrugada de este martes. El puente Francis Scott Key se desplomó, aventando a varios vehículos y personas al río Patapsco.
Aún no se conoce cuántas personas habrían muerto en este accidente, pero la magnitud del choque ya ha provocado una discusión sobre la infraestructura de los puentes y si están diseñados para resistir colisiones de grandes embarcaciones.
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Los puentes funcionan transfiriendo el peso de la carga que transportan a través de sus vigas de soporte, que a su vez se sostienen de columnas hundidas en el suelo del cuerpo fluvial, explicó a un medio estadounidense Nii Attoh-Okine, ingeniero civil y ambiental. Cuando un barco se impacta contra uno de los pilares, lo más probable es que el puente se derrumbe.
Sin embargo, su capacidad de resistencia también depende del tipo de construcción y de su diseño. Los puentes construidos sobre un cuerpo de agua deben conceder suficiente espacio para que las embarcaciones atraviesen, sin impactar la infraestructura.
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Un puente que no está correctamente diseñado para coexistir con embarcaciones es el que conecta Guayaquil y Durán con la isla Santay.
Este puente que mide 860 metros de longitud estaba considerado para peatones y ciclistas, no para vehículos motorizados. Pero desde su inauguración en el 2014 se han dado al menos seis eventos que han ido destruyendo no solo la estructura, sino también la posibilidad de los ciudadanos de caminar o pedalear por este puente.
El último accidente ocurrió entre el 27 y 28 de diciembre del 2022, cuando tres barcazas se impactaron contra la estructura del puente que une Santay con Durán.
Cronología de colisiones contra el puente de la isla Santay
- 12 de octubre, 2017: El barco pesquero Patricia impactó un tramo de unos 100 metros del puente a la isla Santay, que por la fuerza del impacto sufrió el colapso de sus bases y cayó sobre el río Guayas.
- 15 de mayo, 2018: Una corbeta naval chocó parcialmente contra uno de los pilares del puente basculante, cuando comenzaban los trabajos de reconstrucción por el primer choque.
- 15 de junio, 2018: La corbeta Loja chocó contra el viaducto que seguía en reconstrucción.
- 12 de agosto de 2018: Un buque en desuso de enormes proporciones fue arrastrado por la subida de la marea y chocó contra el puente, ocasionando daños en la parte basculante.
- 18 de octubre, 2021: El buque escuela Cisne Blanco, de Brasil, se impactó contra el puente.
- 27 de diciembre, 2022: Tres embarcaciones chocaron contra la estructura del puente, afectándola en parte.
El diseño del puente de la isla Santay no tomó en cuenta la configuración marítimo-fluvial
Al contrario de lo sucedido en el puente de Baltimore, en el que la colisión fue causada por un impacto en un punto específico del puente, el de la isla Santay no tomó en cuenta la configuración marítimo-fluvial de su infraestructura y por eso sucedieron tantos impactos.
Así se reveló en un documento elaborado en 2018 por la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos (Dirnea) sobre las objeciones que tiene el puente de la isla Santay.
Debido a que el puente “no estaba equipado ni diseñado para soportar las significativas cargas energéticas”, los accidentes significarán “un serio riesgo de colapso”, explica el documento.
Por ejemplo, el puente de la isla Santay no cuenta con espacio suficiente entre sus pilotes para que las embarcaciones naveguen de forma segura; además de estar mal ubicado y mal diseñado.
Por eso, en el 2022 el Ministerio de Defensa recomendó al presidente Guillermo Lasso “remover íntegramente la estructura del puente y sus bases”. Sin embargo, el costo para hacerlo sería demasiado alto y actualmente el puente se encuentra en abandono. (I)