Érika Cherres, una emprendedora de 34 años, ha enfrentado desafíos significativos en su vida, desde luchar contra la leucemia linfoblástica aguda hasta enfrentar la inseguridad y la falta de oportunidades en su lugar de origen, Esmeraldas.

Sin embargo, su pasión por la gastronomía, cultivada desde la infancia gracias al impulso de su padre, ha sido un faro de esperanza y motivación constante en su vida.

Hace aproximadamente un año, Érika se radicó en la ciudad de Quito en busca de nuevas oportunidades y un ambiente más propicio para su emprendimiento.

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Gracias a proyectos como el impulsado por la Fundación de las Américas (Fudela) y otras organizaciones ha podido fortalecer su negocio, adquirir conocimientos en marketing, gestión de costos, y crear una marca sólida para su empresa: Banquetes y Bocaditos Fefy’s, un nombre que lleva consigo una historia personal y un valor sentimental importante.

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El proyecto que busca emprendimientos gastronómicos para asesorar y dotar de herramientas que conviertan a su negocio en un referente se llama Sabores con Propósito y fue presentado la mañana de este martes, 12 de marzo, en Impaqto, en el centro norte de Quito.

A pesar de los obstáculos que ha enfrentado Érika, incluyendo su batalla contra el cáncer y las dificultades económicas, se ha mantenido firme en la búsqueda de realización y éxito en el mundo gastronómico.

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Su determinación y dedicación la han convertido en un ejemplo para sus amigos y en especial para su familia, compuesta por su pareja y sus dos hijos, quienes también muestran interés en el arte culinario y están siguiendo sus pasos.

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Érika se especializa en mariscos y platos tradicionales de la Costa ecuatoriana, fusionando técnicas modernas con las recetas ancestrales de su tierra natal. Su compromiso con la preservación de las tradiciones culinarias y su habilidad para adaptarse al mercado actual han sido clave para el crecimiento de su negocio.

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El proyecto respaldado por Fudela, Impaqto, Atrevia, Mycelium, Datalat, Grupo Entregas, Bilda, Resource Fundation, Vida Plena, entre otros, ha sido fundamental para el desarrollo de emprendedores como Érika, brindándoles herramientas técnicas y habilidades empresariales necesarias para prosperar en un entorno competitivo.

QUITO.- Varias fundaciones se juntaron para un proyecto que propone afianzar en conocimientos a emprendedores gastronómicos. Foto: Andrés Salazar

Verónica Escobar, representante de Fudela, señaló que este proyecto no solo se enfoca en la capacitación técnica, sino también en aspectos como el acompañamiento emocional, la salud mental y el fortalecimiento del propósito de vida de los participantes.

Carlos Rivas es un emprendedor venezolano de 35 años. También ha enfrentado numerosos desafíos desde su llegada a Quito, hace nueve años. Su espíritu emprendedor lo llevó a buscar nuevas oportunidades y en el 2020 decidió aventurarse.

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Tras quedarse sin trabajo, Carlos aprovechó la oportunidad para volver a emprender, esta vez ofreciendo pasteles a domicilio. Esta iniciativa no solo le permitió sobrevivir económicamente en tiempos difíciles, sino que también le dio la motivación para seguir persiguiendo sus sueños y creer en su capacidad para alcanzar el éxito.

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La participación de él en proyectos de Fudela le ha brindado herramientas y conocimientos necesarios para fortalecer su negocio, desde aspectos técnicos como costos y marketing, hasta la adaptación al mercado ecuatoriano.

Como Érika y Carlos se prevé que sean 30 emprendedores los que aprovechen los conocimientos y lleguen a un nivel superior de oferta en el mercado de Ecuador. (I)