‘El animal no está genéticamente condenado a ser agresivo’: Yvonne Roca, de la Fundación Rescate Animal, explica la importancia de la crianza de los pitbull

Al menos tres ataques de perros a niños con consecuencias mortales se han registrado este año en Ecuador. La víctima más reciente fue un niño de 3 años en Quito, hace menos de una semana. Debido a que todos los perros de los ataques eran de raza pitbull, el incidente volvió a encender el debate sobre la importancia de la raza o la crianza en la agresividad del animal.

Yvonne Roca, responsable del área de Salud Animal de la Fundación Rescate Animal, asegura que el factor que más influye en la agresividad de los perros son su entorno y su crianza, más que la predisposición de su raza. “Los pitbulls en particular fueron seleccionados genéticamente para tener algunas características: musculatura, potencial peligroso. Eso no quiere decir que el animal está condenado a ser agresivo o atacar a personas”, explicó en una entrevista con Radio City (89.3 FM en Guayaquil).

Según la especialista, los factores en el entorno, la vida social y el ambiente del perro son los que determinan si va a ser agresivo. Algunas indicaciones de que el animal será peligroso se basan en “si no ha tenido oportunidades para aprender a liberar el estrés, a socializar, si lo han tenido amarrado, si no le han dado atención, si no le han dado cariño” y también en cómo ha desarrollado su relación con los niños.

“Uno sabe cuando a un animal no le gustan los niños. Tenemos que saber cuáles son las características del animal, darnos la oportunidad de conocer su personalidad, su carácter para saber lo que le gusta”, detalló Roca.

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La experta indicó que es responsabilidad de los tutores del animal conocer qué es lo que detona un comportamiento agresivo para tomar las medidas necesarias. Según Roca, pueden darse casos en los que el animal esté muy bien cuidado en una familia, pero que haya sido adoptado y no se sepan detalles de su crianza anterior, en la que posiblemente haya desarrollado traumas que la nueva familia no conozca y eso desencadene agresividad insospechada en algún punto.

Si no se satisfacen los parámetros de bienestar animal que necesita el perro, no va a estar bien psicológicamente ni físicamente.

Para que el perro sea más dócil, tenga mejor comportamiento y no desarrolle tendencias agresivas, es importante la primera etapa de su vida. “Los primeros meses uno puede marcar la pauta del animal. Si eso no se cumple, más adelante corregir se vuelve mucho más complicado”, señaló Roca.

Pero de acuerdo con la experta, sigue habiendo desconocimiento entre los tutores de animales, lo que puede resultar contraproducente en la crianza del perro. En el caso del pitbull, no puede estar encerrado, encadenado y sin hacer ejercicio. Necesita socializar, pasear, ejercitarse para liberar estrés y tener una vida más sana.

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Esterilizarlo es otra forma de asegurar su bienestar, pues reduce su estrés y previene que desarrolle enfermedades u otras patologías.

Son necesarias, además, mayores y mejores ordenanzas sobre la crianza de animales, según Roca. “Sobre todo, falta mucho hacer las mesas técnicas, el apoyo de la sociedad civil”, manifestó.

En Ecuador, los perros de raza pitbull no son considerados mascotas y sus tutores deben cumplir con requisitos para su tenencia.

• Certificado de identificación del ejemplar, otorgado por las asociaciones caninas legalmente reconocidas, criadores o veterinarios.
• Licencia de tenencia del propietario o tenedor.
• Certificado de esterilización de (los) ejemplares, excluyéndose los destinados a la reproducción.
• Certificado de evaluación de comportamiento.
• Certificado de vacunas y de salud anual. (I)