Contratista del Estado desde hace tres décadas, Javier, un proveedor serrano de 57 años, asegura que conoce todas las formas de manipular un proceso de compras públicas, incluyendo los sobornos. “Me han dicho directamente: ‘Nosotros le podemos ayudar, pero necesitamos tanto’. Yo no hago eso, mi buen nombre me ha costado treinta años tener. Es un legado de mi abuelo, de mis padres”, afirma este pequeño empresario que lleva las estadísticas de los procesos de compras en los que ha participado, en los que ha ganado y en los que ha perdido, incluso, por qué ha ganado o por qué ha perdido.