Varias instituciones lideradas por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas realizan con maquinaria pesada la limpieza de la vía entre los kilómetros 114 y 115 de la carretera Ibarra–San Lorenzo, a la altura de El Guadual.

Geólogos y técnicos efectúan varios estudios para la rehabilitación que posibilite la circulación vehicular suspendida hace ocho días. Se calcula que deben retirar más de 3.000 metros cúbicos de rocas, tierra y vegetación, acumulados en aproximadamente 170 metros de distancia en el kilómetro 114.

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Frente a la situación e incomunicación, el COE de Imbabura pidió declarar en emergencia la carretera Ibarra San Lorenzo. Ante los derrumbes ocurridos en este tramo, es utilizada la ruta carrozable alterna que comunica a Guallupe - Gualchán - Chical - Tulcán - Ibarra, y viceversa, en el noroccidente.

Los automotores deben recorrer más de 250 km sobre una calzada lastrada en un 45 %, que demanda siete horas de viaje. Luis Fernando Rea, director zonal 1 del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, comentó que esta ruta es utilizada desde el pasado 21 de diciembre, día en que se presentaron dos grandes deslizamientos.

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Estragos

La incomunicación provoca estragos en varias comunidades de las parroquias Lita y La Carolina, donde es sentida la escasez de alimentos, gas doméstico, entre otros, debido a que están aislados.

Jairo Cantincuz, presidente de la Federación de Nacionalidades Awá, quien realizó la travesía de la vía destruida para llegar a San Lorenzo, dijo que es un tramo peligroso, sobre una pendiente con picas y trochas.

Hay que transitar caminando, cargando equipajes desde San Gerónimo para realizar el trasbordo y acceder a un vehículo que los lleve a sus lugares de destino, después de una hora de camino.

Los vecinos habrían instalado cables y tarabitas para el traslado de cargas en el tramo afectado de la E - 10. Cantincuz recomienda a la población no cruzar este trecho afectado por la inclemencia del clima.

“No se arriesguen por este derrumbe por el peligro que representa, un resbalón o la presencia de una nueva avalancha desde la parte alta sepultaría a quienes caminen por el sector”.

Mientras tanto, Pablo Jurado, prefecto de Imbabura, acogiendo un informe de sus técnicos, adelantó que la recuperación de esta arteria podría durar seis meses, algo que genera preocupación en los usuarios frecuentes de esta ruta.

La información del Gobierno Provincial de Imbabura señala que en medio año se efectuará la limpieza de la vía, evacuaría el material deslizado, se realizarían los estudios, se atendería la declaratoria de emergencia y se ejecutarán los trabajos.

Rea aclaró que el tiempo de apertura y regeneración de la E-10 sería en función del tipo de solución que vayan a dar los especialistas del MTOP en este tipo de obras, algo que realizan al momento desde el pasado lunes.

Hasta tanto, siete máquinas desalojan el material caído en la calzada con el apoyo del Municipio de Ibarra. 28 vehículos que estaban atascados en medio de los dos derrumbes fueron recuperados el pasado viernes 24 de diciembre, el resto al siguiente día. (I)