Cuando Carlos Alberto Michelena Soria tenía 10 años se encontró con el teatro por un acto de juego y curiosidad. En el barrio El Dorado, en el centro de Quito, crearon el club con el mismo nombre del sector, un amigo de Michelena llamado Carlos Cruz prestó su sala para realizar reuniones, ahí conoció su primer acto, haciendo fonomímica (movimiento de la boca imitando el sonido que está de fondo).