“Cuando bajamos del Teleférico, tipo cinco de la tarde, la camioneta ya no estaba”, apuntó, entre lágrimas, Carmen, esmeraldeña de nacimiento, quien junto con su hijo, exesposo, hija y nieta vivieron momentos desesperantes el domingo 6 de julio, después de que bajaron de divertirse en el Teleférico de Quito y se encontraron con la novedad de que su camioneta ya no estaba en la zona de parqueo.