Esmeraldas
Mareos, náuseas, dolor de cabeza y afección a la garganta son parte de los síntomas que experimentan pobladores que han percibido olores de petróleo que se derramó por la rotura del SOTE, en el sector El Vergel - Mirador, en Quinindé, el viernes pasado.
Aurora Ballecilla, habitante de la parroquia rural Viche, acudió al subcentro de esta localidad en busca de atención médica por afección respiratoria y se habría acentuado por los olores de residuos de crudo.
A esto se suma, la escasez de agua potable por el derrame que afectó los afluentes El Achiote, Caple y los ríos Viche, Blanco y Esmeraldas, dijo Alejandro Bone, dirigente rural de la parroquia Cube.
Se ha pedido mascarillas para minimizar los olores tóxicos para los habitantes cercanos a las orillas de las fuentes hídricas, pescadores y trabajadores agrícolas, expresó Federico Reyes, de la comunidad El Mamey.
Carlos Cañizares, médico, detalló que la afectación en los ojos, piel y el aparato respiratorio han sido los principales cuadros clínicos que se diagnostican por inhalar compuesto del petróleo o exposición de aguas contaminadas.
El alcalde de Quinindé, Ronal Moreno, reveló que unos 32 kilómetros de tramos de ríos se contaminaron y 4.500 familias (15 mil ciudadanos), con daños colaterales.
Se atendió al momento con brigadas médicas a unos 600 ciudadanos, de esos 75% registraron afecciones respiratorias, 20% laceraciones a la piel y un 5% malestares estomacales, detalló.
A través del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, se dispuso el plan de acción inmediata para disminuir el riesgo de los habitantes de las zonas comprometidas con la contaminación de crudo.
Además, se declaró el estado de alerta roja y emergencia ambiental de las parroquias Cube y Viche. Con los damnificados de estas dos parroquias, cuantificar las pérdidas por daños y afectaciones del evento suscitado.
Solicitó que Petroecuador ejecute el plan de contingencia, y junto con el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate), realicen estudios ambiental y muestreos necesarios del suelo, agua y aire.
El Municipio, con los departamentos de Gestión de Riesgo, Ambiente y Cuerpo de Bomberos de Quinindé, han distribuido cerca de 100.000 galones de agua embotellada y llenado de tanques en los domicilios.
El principal inconveniente se concentra en varios tramos de la carretera E-20 Esmeraldas - Quinindé, y los caminos vecinales lastrados, manifestó.
El primer personero solicitó al Ministerio de Finanzas asigne las rentas de febrero, en tanto gestiona el canje de bonos por $3,5 millones entregados de meses anteriores adeudados.
Con la lluvia de este lunes, 17 de marzo, algunos esmeraldeños llenaron sus recipientes de agua para diversos usos. (I)
