El último informe sobre la situación mundial de la seguridad vial, presentado en 2023 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), reveló que en 2021 los accidentes de tránsito causaron 1,19 millones de muertes, lo que representó una disminución del 5 % en comparación con 2010. A pesar de esta reducción, las pérdidas humanas y los traumatismos derivados del tránsito continúan siendo un desafío significativo para la salud pública y el desarrollo global.

En 2019, los accidentes viales se posicionaron como la principal causa de muerte entre niños y jóvenes de 5 a 29 años. Dos tercios de las víctimas pertenecían al grupo en edad laboral (18 a 59 años). Los motociclistas y otros conductores de vehículos de motor de dos o tres ruedas conformaron el 30 % de los fallecidos, mientras que los ocupantes de vehículos de cuatro ruedas representaron el 25 % de las muertes. Los peatones y ciclistas sumaron el 21 % y 5 % respectivamente, mientras que el 19 % restante correspondió a ocupantes de vehículos de transporte masivo, vehículos pesados y otros usuarios.

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El informe también destacó que el riesgo de morir en un accidente de tránsito es tres veces mayor en los países de ingreso bajo que en los de ingreso alto, a pesar de que los primeros solo poseen el 1 % del parque automovilístico. En septiembre de 2020, la Asamblea General de la ONU adoptó la resolución A/RES/74/299, titulada “Mejora de la seguridad vial mundial”, en la que proclamó el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030. Este plan mundial busca reducir al menos en un 50 % las muertes y lesiones en accidentes de tránsito para 2030. Sin embargo, aunque se han implementado esfuerzos significativos, estos distan de cumplir con la ambiciosa meta fijada.

Los siniestros de tránsito son la segunda causa por la que mueren las personas en Ecuador, según ANT

En Ecuador, las estadísticas de enero a septiembre de 2024, presentadas por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), indican que la pérdida de carril es el principal tipo de accidente mortal, representando el 21 % de los siniestros fatales. La provincia de Pichincha encabeza las cifras, con 16 fallecidos por esta causa, seguida de Guayas, que reporta 10 muertes.

El choque lateral es el segundo tipo de accidente más común, representando el 18 % de los siniestros, seguido del choque frontal, con un 14 %. En contraste, los rozamientos son el tipo de incidente menos frecuente, con solo un 1 % de los casos reportados.

Un día para conmemorar

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 2005 el 17 de noviembre como el Día Mundial de las Víctimas de Accidentes de Tránsito. A través de esta resolución, se insta a los Gobiernos a honrar a las víctimas y a concienciar sobre la gravedad de estos incidentes, promoviendo acciones preventivas para salvar vidas.

Entre los objetivos de esta conmemoración, la ONU destaca la necesidad de recordar a las personas fallecidas o gravemente heridas en accidentes de tránsito, reconocer el trabajo de los servicios de emergencia, señalar la respuesta legal insuficiente ante las muertes y lesiones en la vía, y abogar por mayor apoyo a las víctimas y sus familias. Asimismo, se busca fomentar acciones basadas en evidencia para prevenir y reducir la mortalidad en siniestros de tránsito.

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Con el propósito de reforzar esta iniciativa, existe una página web dedicada a difundir la importancia de esta conmemoración. Cada año se lanza una campaña de comunicación que genera conciencia y brinda apoyo a las familias de las víctimas mortales. Este año, la campaña That Day (Ese Día) invita a compartir las historias de aquellos momentos que familiares, amigos y conocidos llevan en su memoria. La carga emocional de los accidentes de tránsito permanece por siempre, y este 17 de noviembre se busca honrar cada una de estas historias.

Educación vial, clave para la prevención

Jimmy Vargas, asesor en educación y seguridad vial de Conduees, subraya la importancia de la educación vial como herramienta para capacitar a la población y promover un comportamiento seguro en la vía pública, ya sea como peatones, pasajeros o conductores. “Que las personas conozcan el término genera conciencia sobre el rol de cada uno de los usuarios de las vías”, señala Vargas.

Entre los objetivos principales de la educación vial, el experto menciona:

- Reducir sistemáticamente los accidentes de tránsito.

- Proteger la integridad de las personas y sus bienes.

- Conferir seguridad en el tránsito peatonal y vehicular.

- Formar y capacitar a las personas para el uso correcto de los medios de transporte terrestre.

- Prevenir y controlar la contaminación ambiental.

- Disminuir la comisión de infracciones de tránsito.

Normas básicas para peatones y conductores

Vargas también enfatiza la importancia de seguir normas específicas para garantizar la seguridad en la vía.

Para peatones:

  • Respetar las señales de tránsito.
  • Mirar ambos lados antes de cruzar la calzada.
  • Evitar cruzar entre vehículos estacionados o en circulación.
  • Seguir las indicaciones del semáforo o del agente de tránsito.
  • Priorizar el cruce seguro y evitar apresurarse en los últimos segundos del semáforo.
  • Respetar el derecho preferente de las personas con discapacidad visual.

Para conductores:

  • Conducir siempre con ambas manos al volante.
  • Respetar las zonas peatonales.
  • Realizar el mantenimiento periódico del vehículo.
  • Utilizar el cinturón de seguridad.
  • Portar la documentación obligatoria, como licencia, matrícula y SPPAT.
  • Respetar las leyes y reglamentos de tránsito.
  • Disminuir la velocidad en zonas determinadas.

Los ciclistas también forman parte esencial de la pirámide de movilidad. Según la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, tienen derechos específicos que buscan garantizar su seguridad y promover el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible. Entre estos derechos destacan:

Varios heridos por siniestro de tránsito de dos camiones en la carretera Puyo-Macas

  • Circular por todas las vías públicas, salvo en infraestructura que ponga en riesgo su seguridad.
  • Contar con ciclovías y espacios privilegiados en las ciudades.
  • Tener acceso a parqueaderos gratuitos y adaptados en terminales de transporte.
  • Transporte gratuito de bicicletas en unidades de transporte público.
  • Participar en días de circulación preferente, como ciclopaseos ciudadanos.
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Esta normativa refuerza la importancia de construir una movilidad inclusiva y sostenible, donde peatones, ciclistas y conductores compartan las vías de manera segura y respetuosa. (I)