Ya a finales de enero del 2020, las alertas por el coronavirus, que surgió en Wuhan, China, y que se expandía rápido por el mundo, saltaron en Ecuador con un primer caso sospechoso. Era un ciudadano chino de 49 años que llegó el 21 de enero de Fujian, sureste de China, a Quito, y que el 24 fue hospitalizado por presentar tos, expectoración, temperatura de 39 grados, dolor torácico y signos de insuficiencia respiratoria y renal. A él se le tomaron las pruebas que fueron enviadas el 26 de enero a Estados Unidos. El 4 de febrero se descartó el coronavirus en aquel paciente que murió el 7 de febrero.