El proceso de liquidación de TAME se halla en un punto muerto. Actualmente, el mayor de los problemas es que el 100 % de los bienes de TAME tienen prohibición de venta, ya que Petroecuador puso una medida coactiva en su contra. Al tener esta prohibición, el proceso de realización de bienes queda suspendido.
Petroecuador confirmó que la empresa busca recuperar unos $ 154,2 millones por la entrega de combustibles para sus aviones. De acuerdo con el actual liquidador, Roberto Córdova Bernal, el 23 de julio del 2021 se emitió la providencia por parte de la jefe de coactiva de Petroecuador, quien negó el pedido de levantar medidas cautelares, debido a que no se ha pagado la deuda.
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Mientras este tema no se resuelva, el resto de acreedores difícilmente podrían tener una respuesta favorable. Según los datos del liquidador, Roberto Córdova Bernal, las deudas de TAME tienen que ver con el personal ($ 1,8 millones); entidades públicas ($ 260,3); devolución de boletos aéreos ($ 5,6 millones) y otros acreedores ($ 48,3 millones).
Esto sucede mientras el Gobierno ha decidido ampliar por un año más el proceso de liquidación de TAME y de otras 10 empresas públicas, , según el decreto 108 del 13 de julio pasado.
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Sobre el problema, Roberto Córdova Bernal asegura que la siguiente semana se dará una reunión con la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO), a fin de tomar decisiones sobre qué medidas tomar ante este empantanamiento.
En todo caso, Córdova Bernal asegura que durante su gestión se han dado algunos avances. Con base en el Decreto 1061 de extinción de TAME EP, de fecha 19 de mayo 2020, se realizó un proyecto de desvinculación de 933 por $ 17,4 millones. Ya se ha pagado a unos 897 exfuncionarios ($ 17,2 millones). Pero aún faltan por liquidar a 36 servidores. Se tramitará su pago una vez que los servidores involucrados cumplan con entregas de informes y formalidades requeridos en las empresas del sector público.
En cuanto a la devolución de boletos aéreos, explicó que al 24 de septiembre de 2020 se inició un proceso de reembolsos de 87.243 boletos, por un valor de $ 5′606.773,08. A la fecha se ha cumplido con el proceso de registro de reembolso de boletos por un valor de $ 2′031.620,59 que corresponde a 32.612 boletos de personas naturales, empresas públicas, empresas privadas, agencias de viajes, operadores de turismo, etc. Reconoce que hubo clientes que no pidieron la devolución a tiempo, razón por lo cual a la fecha actual ya se encuentran caducados y asciende a un valor de $ 2′025.045,85.
Entre tanto, Alexandra Benalcázar, vocera de la veeduría ciudadana de TAME, se muestra preocupada por la difícil situación de la empresa aérea que tiene un patrimonio de menos de $ 30 millones, pero deudas que sobrepasan los $ 300 millones. Es decir aunque se vendieran todos los activos, no alcanzaría a responder por sus obligaciones. Sin embargo, al momento, reconoce, no se puede vender nada debido a la coactiva interpuesta por Petroecuador.
Además, explicó que el trabajo de la veeduría no ha sido fácil. Hay problemas generados en varios frentes: trabajadores, jubilados patronales, clientes, deudas, así como por la falta de colaboración del actual liquidador Roberto Córdova Bernal. Ahora, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) les ha extendido un año más la tarea de veedores. Benalcázar asegura que el proceso se ha vuelto cuesta arriba debido a que se generó una ruptura entre el liquidador y la veeduría y no les ha brindado información si no aceptan firmar un acuerdo de confidencialidad, lo cual iría, según su criterio, en contra de la transparencia de la veeduría.
Señala varias inconsistencias en la gestión de Córdova. Asegura, que recientemente se vendió un avión Kodiac en $ 1,7 millones, que según las propias declaraciones de Córdova servirán para pagar haberes de los empleados. Asegura que existen al menos 100 empleados, que a su parecer serían demasiados para las tareas de una empresa en liquidación. Asegura que se ha realizado una suerte de estafa masiva a los clientes al caducar miles de boletos, sin garantizarles un debido proceso, pues la caducidad se dio en pandemia, cuando muchos no querían viajar.
Estos problemas han sido puestos en conocimiento de la Comisión de Fiscalización que se ha comprometido a ampliar la investigación. En todo caso, para Benalcázar debería haber un cambio urgente de liquidador y procurar que la empresa ya pase a manos del Ministerio de Transporte, como lo indica la norma.
Sobre este pedido de la veeduría, Córdova opinó que esta es una decisión del directorio de TAME, que debe tomarla con base en el trabajo realizado. Dice que si fueran ciertas las denuncias, entonces ya no estaría en el cargo, pues el directorio no aceptaría tales fallas.
Venta de aviones ATR en la mira
Pese al difícil panorama, el viceministro de Transporte Aéreo, José Luis Aguilar, explicó que este año más el plazo para la liquidación puede servir para que se logre el objetivo que es que el liquidador cobre deudas, venda los activos y pueda pagar sus obligaciones.
En este sentido indicó que se dará acompañamiento al proceso de venta de los aviones ATR. La idea es que otras empresas aéreas que ya han manifestado su interés puedan comprarlos y entregar el servicio que ahora se ha dejado insubsistente. Explicó que de esta manera retornarían los servicios a Esmeraldas, Loja, aeropuertos de la región amazónica. Para Aguilar, el liquidador debe negociar con los acreedores, pues según indica “es mejor una mala negociación que buen juicio”.