La subestación eléctrica Shushufindi, capaz de transportar energía proveniente del sistema interconectado (energía hidroeléctrica), se planificó desde 2013 y se terminó de construir en febrero del 2018 a un costo de $ 27 millones. Esta se creó, junto con la subestación Jivino que es más pequeña, con el objetivo de “atender la demanda de energía eléctrica del sistema petrolero y reemplazar la generación termoeléctrica”.