El financiamiento público del Ecuador para 2024 será de $ 10.991,75 millones. Esto significa que casi una tercera parte de los gastos del Estado deberán ser financiados con deuda. Es que esta importante cifra representa el 30,93 % de los ingresos del presupuesto general del Estado.

La proforma se presentó la noche del martes 20 de febrero. Y la mañana siguiente, en un taller sobre las cifras del presupuesto, el viceministro de Finanzas, Daniel Falconí, explicó que el Gobierno espera obtener financiamiento interno por $ 6.299,44 millones, que representan el 57 % de todo el financiamiento. Mientras tanto, desde organismos internacionales podrían llegar $ 4.682,22 millones, es decir, un 43 %. Una parte mínima de $ 10,09 millones de Gobierno, equivalentes al 0 %, vendría de gobiernos amigos.

Los más de $ 6.000 millones que se esperan obtener del mercado interno vendrán de varias fuentes, como por ejemplo:

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  • Continuar con la participación con la Seguridad Social.
  • Financiamiento de bancos públicos y privados.
  • Entrega de dación en pago de títulos valores a los gobiernos autónomos descentralizados (GAD).

Entre tanto, para el financiamiento externo se cuenta con créditos disponibles de multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial, CAF, la Cooperación Internacional Japonesa (JICA).

De esta manera, también queda en evidencia que el Gobierno no espera acceder a fuentes de financiamiento del mercado de bonos. Esto porque el riesgo país, que ha registrado una baja importante, aún sigue en niveles que lo hacen inviable para conseguir financiamiento.

El martes 20 de febrero el indicador se ubicó en un rango de 1.562 puntos. Este comportamiento refleja una tendencia al alza en los últimos días, pues el 12 de febrero llegó a su punto más bajo que era 1.501 puntos. En cambio, el 9 de enero llegó hasta un punto máximo de 2.039 puntos.

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Entre tanto, el Gobierno este año también tendrá dificultades en cumplir la regla macrofiscal que indica que los ingresos permanentes deben ser iguales o mayores a los gastos permanentes. Efectivamente, en la proforma presupuestaria consta que los ingresos permanentes serán de $ 19.828,3 millones (impuestos, tasas y contribuciones y ventas de bienes y servicios), pero los gastos permanentes serían $ 20.569,3 millones. Es decir, hay un déficit de $ 640 millones. Para ello, el presidente de la República, Daniel Noboa, emitió pocos minutos antes del envío de la proforma un decreto ejecutivo por el cual se establece que por los años 2024 y 2025 el gasto permanente de educación, salud y justicia puede ser financiado con ingresos no permanentes.

Adicionalmente, los ingresos no permanentes (crudo y ventas de activos) llegan $ 4.110,7 millones, pero los egresos no permanentes llegan a $ 8.278,7. En este sentido, el déficit es de $ 4.167,9 millones.

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Así, el déficit global llega a $ 4.808,8 millones. (I)